La ONG Proyecto Hombre asesora este curso a profesores de seis colegios de Eivissa y Formentera. Alumnos del colegio Sant Joan de Labritja dedican las horas de tutoría a tratar los riesgos del consumo y a ganar en autoestima.

Sant Joan. Enric Fernández

“Si me ofrecen un día un cigarro, les diré que se lo fumen ellos”. A esta conclusión ha llegado Adrià, alumno de 12 años del colegio Sant Joan de Labritja, y uno de los 600 estudiantes de primero y segundo de ESO que participan durante este curso en el programa de prevención del consumo de drogas «Entre todos», que desde 2001 desarrolla en las Pitiüses la organización Proyecto Hombre.

Mediante la información recogida en tres manuales -uno para primero de ESO, otro diferente para los alumnos de segundo y un último para trabajar en familia-, y con el asesoramiento de Proyecto Hombre, los profesores informan a los niños sobre los riesgos que corren si consumen drogas.

“Para evitar dar información sobre drogas que desconocen los niños más jóvenes, segmentamos la información por cursos”, explica Lourdes Juan, una de las dos técnicas de la ONG. Junto a Lina Cardona, asesoran a los educadores a principio de curso y luego siguen el desarrollo del programa, que está implantado por todo el Estado y en seis centros pitiusos: Can Bonet, Xarc, Blanca Dona, Consolació, Labritja y Virgen de las Nieves.

“La publicidad te engaña”

En el colegio de Sant Joan de Labritja y desde principios de curso, los alumnos de primero de ESO realizan los ejercicios de los manuales en las horas de tutoría.

Canza, una alumna de 12 años, aclara que “aunque algunas cosas ya las sabía, he aprendido mucho. Ahora sé que las drogas legales también son malas y que las empresas de alcohol y tabaco se aprovechan demasiado. La publicidad a veces te engaña”. Canza cree que las drogas legales no deberían serlo y sabe que otras sustancias que no son legales también se consumen.

Por su parte, Elena, de 13 años, considera que en estas clases ha aprendido que “hay drogas que son legales, pero que de todos modos no hay que abusar de ellas”.

Otro alumno de primero de ESO es Marc, de 12 años. Practica el fútbol y el tenis de mesa, y asegura que “si fumara o bebiera disminuirían mis capacidades físicas”. Tom, también de 12 años, dice desde la fila de al lado que le gustó hacer un ejercicio de los manuales en el que se les pedía dar una lista de razones para fumar o no hacerlo. “Muchos que comienzan a fumar se creen más mayores, pero es malo para la salud”, argumenta.

Otro de los aspectos en el que el programa «Entre todos» incide sobre los preadolescentes es en la inculcación de valores de autoestima. “Sí, yo creo que tengo bastante autoestima”, confesó Tom entre las risas de sus compañeros.

Inculcar autoestima

La profesora del Colegio Sant Joan de Labritja Pepita Torres indica que en clase “no sólo trabajamos la prevención del consumo de drogas, también su autoestima para que puedan decir no al tabaco o al alcohol. Algunos niños creían que la tenían baja y se han dado cuenta de que no tanto”.

“En las puertas de la adolescencia -añade Torres- están en una edad muy complicada, en que los amigos influyen mucho y les hacen más caso a ellos que a los mayores o a los padres. Se trata de darles información para que en el momento en que les ofrezcan alguna droga puedan decidir por ellos mismos, sin presiones”.

Pepita Torres enseña a los alumnos de primero que los niños “pueden seguir siendo amigos aunque no decidan lo mismo en determinados momentos”. Para la tutora, es importante que los niños sepan que aunque entre las pandillas de amigos “siempre hay un líder que influye más, cada uno tiene que saber que ellos son los que al final deciden”.