Los consumidores crónicos de «pastillas», conocidas generalmente entre los más jóvenes como las drogas de diseño, necesitan atención psicológica mucho más rápido que los cocainómanos y drogodependientes de otras sustancias consideradas tradicionalmente como más dañinas.

El catedrático de Farmacología y decano de la Facultad de Farmacia de Salamanca, Luis San Román, precisó hace unos días en Alicante que a los cuatro años de empezar a ingerirlas, el consumidor de comprimidos como el éxtasis ya tiene que someterse a tratamiento por el deterioro causado en su sistema nervioso, mientras que en el caso de la coca y el cannabis, por ejemplo, ese plazo medio viene siendo de unos siete años.

INCIDENCIA EN ACCIDENTES

San Román alertó también a los jóvenes que piensen en tomar estas drogas tan de moda que su incidencia en los accidentes de tráfico se ha disparado al 48 por ciento de los siniestros, en los que aparecen restos de estas sustancias en los cuerpos de las víctimas; incluso en el caso de los percances de peatones ya representan el 42 por ciento del total.