El uso de antidepresivos y narcóticos aumenta el riesgo de fracturas en mujeres maduras, según un estudio realizado en los Estados Unidos y publicado en el número de ayer de Archives of Internal Medicine (dirección en Internet: http://archinte.ama-assn.org).

El estudio abarcó a 8.127 mujeres mayores de 65 años. Su propósito era descubrir una eventual relación entre las fracturas de huesos y el consumo de benzodiazepinas, antidepresivos, anticonvulsivos y narcóticos.

El método utilizado para la investigación fue el siguiente: se analizó el uso de esas 4 categorías de psicofármacos en 8.127 mujeres. Luego de un seguimiento promedio de casi 5 años, 1.256 mujeres (el 15%) experimentaron al menos una fractura. Entre ellas, 288 (el 4%) sufrió su primera fractura de cadera.

Comparándolas con mujeres que no utilizaban estos medicamentos, los investigadores advirtieron que hay un notable incremento del riesgo de fracturas entre las mujeres mayores que utilizan narcóticos, y más aun entre las que toman antidepresivos. En cambio, no se encontró una asociación entre las fracturas y el uso de benzodiazepinas o anticonvulsivos.

En este amplio estudio participaron especialistas de numerosas instituciones, entre ellas el Grupo de Investigaciones de Fracturas Osteoporósicas, la Universidad de California en Los Angeles, la Universidad de California en San Francisco y la Universidad de Minnesota.

La conexión entre estos medicamentos y las fracturas típicas de la osteoporosis (debilidad en los huesos) aún no es clara. Algunos especialistas sugieren que las personas con depresión tienden a tener huesos más débiles. Otros aseguran que las drogas que actúan sobre el sistema nervioso producen inestabilidad en la postura física y por lo tanto crean una mayor propensión a sufrir caídas.

El 30% de las argentinas mayores de 50 años padece osteoporosis, según un estudio del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires. Para los expertos, el mejor tratamiento contra la osteoporosis es la prevención, una ingesta adecuada de calcio (queso, leche, frutas frescas y secas, verduras de hojas verdes, sardinas y salmón, entre otros) y el ejercicio físico.

A estas recomendaciones habrá que agregar la advertencia de Mary Whooley, profesora de la Universidad de California en San Francisco y coautora del estudio: «Cuando se administran psicofármacos a las pacientes con osteoporosis, los doctores deberían estar atentos a su relación con un mayor riesgo de fracturas».