La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) ha lanzado un plan integral contra el tabaquismo y ha hecho un llamamiento enérgico a las autoridades sanitarias de todos los países para que establezcan las «acciones necesarias» de forma urgente ante la crisis de salud global causada por el hábito de fumar, según manifestaron representantes de esta sociedad en el marco de su XXXIX reunión anual, que se celebra en Chicago (Estados Unidos).

El presidente de la ASCO, Paul A. Bunn, Jr., revisó las medidas políticas que se están llevando a cabo en este campo e insistió en «la necesidad de establecer políticas educativas que reduzcan significativamente el consumo de tabaco, con el objetivo a largo plazo de conseguir un mundo sin tabaco».

Según el Dr. Bunn, el plan «debería integrar a varias organizaciones y áreas publicas diferentes como las sociales, médicas, legales y económicas para que sea eficaz y salve el mayor número de vidas posibles».

Entre las medidas que establece el proyecto, se insiste en aumentar los esfuerzos para favorecer el abandono del consumo del tabaco y frenar el inicio del hábito, sobre todo, entre los más jóvenes; aumentar los impuestos de las cajetillas de tabaco; asegurarse de que las fundaciones de la industria del tabaco se centran en problemas relacionados con la salud que abarquen tratamientos médicos, investigación e instaurar medidas preventivas.

Además, hay que controlar todos los ingredientes que emplea la industria tabaquera, restringir el tabaquismo pasivo en todos los lugares públicos donde se concentre el humo, apoyar a la investigación sobre la adicción al tabaco y posibles remedios y fomentar un control global, según el informe que recoge el plan integral de la ASCO.

El presidente de esta sociedad científica recordó que en torno al 35% de la mortalidad por cáncer está relacionada con el tabaquismo, que es la «principal causa de muerte evitable». Además, alertó que «la situación cada vez va a peor».

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a 8 personas cada minuto y origina más de 4 millones de muertes al año. Para el 2030 se espera que el índice de mortalidad global por el tabaquismo alcance los 10 millones, y la mitad de las personas que fallezcan tendrán de entre 35 a 69 años.