Belén Bilbao lleva unas semanas al frente de la Dirección de Drogodependencias del Gobierno Vasco. Accede al cargo llena de ilusión y proyectos, pero también en medio de la polémica. Los responsables del Plan Nacional de Drogas dicen que desde que IU-EB se hizo cargo de la consejería de Vivienda y Asuntos Sociales, las relaciones institucionales comenzaron a fallar.

Llega al cargo con la dirección enfrentada al Ministerio.

– No. Seguimos manteniendo relaciones con el Ministerio y participando en todas las instancias que plantea. Ésta ha sido una polémica artificial. Los datos de la Comunidad Autónoma Vasca son absolutamente públicos y el Plan Nacional tiene acceso a ellos.

Pero la memoria de 2001 se publicará sin los datos de Euskadi…

– Los datos de Euskadi los daremos a conocer pronto. Lo que pasa es que, a veces, en Madrid no reconocen que tenemos competencias exclusivas en Drogodependencias. Hay una política por parte del Estado, y en concreto del PP, de confrontación; y la actitud de Robles es sólo una manifestación más de esa confrontación.

Robles, que se sepa, no ha planteado ninguna disputa sobre competencias. Lo que dice es que han pedido a su Dirección una memoria y ustedes no se la han dado.

– Bueno, han tenido que esperar un poco, sin más. No pasa nada.

La marcha de su predecesora, ¿tiene que ver con este asunto?

– Nada, en absoluto. Gemma Calvet se ha marchado por motivos estrictamente personales.

¿Va a seguir su línea de trabajo?

– Vamos a intentar consolidarla.

¿Mantendrán entonces la misma actitud con el Plan Nacional?

Es que la polémica no es real. Ha sido sólo un problema de tiempo.

¿Qué le ha encargado su jefe, el consejero Javier Madrazo?

Que impulse políticas de prevención y de reducción de daños en un marco de promoción de la salud; planes progresistas que consideren que las condiciones de vida de la gente tienen más que ver con la salud en general que con el consumo de drogas.

¿Hasta qué punto son las drogas un problema en la juventud vasca?

– Hay distintos niveles de consumo. El de cannabis es más esporádico, menos problemático.

¿Son peores las drogas de diseño de hoy que la heroína de antes?

– Las sustancias no tienen por qué ser buenas o malas. Todo depende del uso que se les dé.

¿Las legalizaría?

– Hay que abrir un amplio debate social al respecto. En el caso del cannabis, estoy a favor de una liberalización progresiva, un cambio en la legislación que posibilite su uso como tratamiento paliativo para enfermos de cáncer, sida, glaucoma o esclerosis múltiples. Ese debate se da en la UE y es muy interesante que nos unamos a él.

¿Va a llevarlo al Plan Nacional?

– En todas las instancias en las que participemos, haremos saber nuestra opinión al respecto.

¿Cree que están preparados los médicos de Atención Primaria para atender intoxicaciones y emergencias por drogas de diseño?

– La intoxicación aguda es el efecto tóxico más grave, pero se trata de casos muy raros. Lo importante es que se actúe con rapidez.

Las narcosalas, ¿contribuirán a erradicar la droga?

– La apertura de narcosalas contribuye a evitar las muertes por sobredosis. Las personas que van a una sala de consumo higiénico tienen una supervisión que impide que se produzcan accidentes. Después del intercambio de jeringuillas, las salas se consideran la mejor medida para reducir la transmisión de sida y hepatitis C.

Los vecinos siempre se oponen a este tipo de servicios…

– Pero son una oportunidad espléndida para que vecinos y otros sectores, como los comerciantes, participen en ellos de una manera activa. Supone una experiencia enriquecedora.

¿Sida y drogas siguen siendo una amenaza para Euskadi?

– El sida siempre es una amenaza y las drogas, también. Pero sus efectos pueden paliarse mediante planes de reducción de riesgos.

Más del 90% de los jóvenes de 15 a 30 años ha probado el alcohol. ¿No le parece excesivo?

– En el País Vasco, todos hemos probado el alcohol porque beber y comer está en nuestra cultura.

Subir el precio del tabaco ¿es el mejor arma contra el tabaquismo?

– Obliga a ello la convención internacional auspiciada por la OMS. Parece que aquí la subida será a finales de año.