El Gobierno estadounidense seguirá contribuyendo a la financiación del Fondo Mundial contra el Sida, la tuberculosis y la Malaria, y espera que otros países se unan a él, según declaró Tommy Thompson, secretario de Salud de Estados Unidos y presidente del Fondo, recordando que este necesita 7.000 millones de dólares anuales.

Según las cifras presentadas por el director ejecutivo del Fondo Mundial, el Dr. Richard Feachem, el organismo recibió desde su creación, en 2002, 4.700 millones de dólares de promesas de donativos, de los cuales fueron entregados efectivamente 1.500 millones, suma que permitió que funcionaran 150 programas durante los dos primeros años de financiación.

El 60% de esos fondos fueron destinados a África y el 65% a la lucha contra el sida. La mitad de los fondos será consagrada a la compra de medicamentos y material, y la otra a la construcción de infraestructuras y a la formación de personal médico.

«De aquí a finales de 2004, necesitamos 3.000 millones de dólares, en tanto que 7.000 millones de dólares por año permitirían al Fondo funcionar a su velocidad de crucero», precisó el Dr. Feachem.

El Fondo Mundial es un organismo independiente, regido por un consejo internacional compuesto por representantes de los donantes y de los gobiernos beneficiarios, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, fundaciones filantrópicas y las comunidades afectadas por las tres enfermedades.

Integran el consejo del Fondo asimismo representantes de la Organización Mundial de la Salud, ONUSIDA y el Banco Mundial. El secretario norteamericano de Salud, Tommy Thompson, es su presidente desde enero de 2003.