Bastan unas pocas generaciones para que el sida devaste la economía de los países más afectados por la epidemia. Ésta es la conclusión de un estudio del Banco Mundial que se acaba de publicar.

El mencionado estudio que ha tomado el caso de Sudáfrica como modelo para evaluar los efectos de la epidemia, indica que hasta ahora las consecuencias económicas del sida se han subestimado.

Los estudios precedentes calculaban que el sida reduciría el crecimiento del producto interior bruto (PIB) alrededor de un 1% al año. Pero “estas estimaciones no tenían en cuenta el impacto de la enfermedad sobre los niños si uno de los padres moría. En este caso es probable que deban dejar el colegio, de modo que la patología debilita las capacidades de una generación para transmitir sus conocimientos a la siguiente”, explicó Shanta Deverajan, uno de los autores del trabajo.

El estudio del Banco Mundial pone el acento sobre el capital humano, es decir, todas las aptitudes y los conocimientos acumulados por la formación y la educación. “Si no se hace nada para contener la epidemia, los países como Sudáfrica o los que tienen una tasa de contaminación comparable, podrían ver su PIB disminuir un 50% en tres generaciones, uno 90 años”, añadió Deverajan.

Se ha elegido Sudáfrica por su nivel de desarrollo, el número de datos disponibles y su tasa de seropositivos que ha pasado del 1% en la población de entre 15 y 49 años en 1990 a más del 20% diez años más tarde.

Según el estudio, el sida tiene tres efectos fundamentales. Ataca y mata a los jóvenes adultos, lo que destruye los conocimientos que han acumulado y que podrían poner al servicio del crecimiento económico. Pero el sida “priva igualmente a sus hijos de aquello que necesitan para convertirse en adultos productivos, la atención de sus padres, el saber y la capacidad de financiar su educación”. Por último, el riesgo de que los más pequeños sean infectados hace menos rentable invertir en su educación.

“Al principio de la epidemia los efectos pueden parecer limitados, pero a medida que la transmisión del saber disminuya, la economía va a comenzar a ralentizarse con una amenaza creciente de derrumbamiento”, subraya el informe.