Médicos y farmacéuticos españoles coinciden en los beneficios que supone la utilización del principio activo del cannabis (THC) para usos terapéuticos, pero advierten de las nocivas consecuencias cuando esta planta se fuma buscando efectos psicotrópicos. «Inhalar mediante combustión una sustancia tóxica es, por definición, rechazable», afirmó el catedrático y director del departamento de farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, Pedro Lorenzo. «Lo más peligroso de este asunto es que los jóvenes confundan el mensaje y piensen que fumarse un porro es lo más saludable de este mundo», añadió.

Nuestro país, de momento, no ha realizado ensayos clínicos con esta sustancia, sin embargo, «si los países avanzados comienzan a aplicarla y se demuestra su eficacia, acabaremos aprobándola», auguró este experto.

Para el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, Antonio Antón, «sería deseable contar con un preparado farmacológico que aliviara los padecimientos de muchos enfermos de cáncer, y al parecer la planta del cannabis lo puede conseguir».

La reacción de los expertos españoles responde a la iniciativa del Ministerio de Salud holandés, quien ha aprobado la utilización, con receta médica, del cannabis (también llamado hachís y marihuana), una sustancia que este martes se ha puesto a la venta en cerca de 1.700 farmacias, en dosis de 5 gramos y a un precio que oscila entre los 40 y 55 euros. Holanda ya vendía esta droga en unos establecimientos denominados coffee-shops . El departamento de salud holandés prevé su uso para enfermos terminales de sida y de cáncer, así como otro tipo de dolencias: esclerosis múltiple y trastornos nerviosos crónicos. Muchos de estos enfermos no reaccionan a los tratamientos tradicionales.

El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, fue cauto a la hora de valorar la iniciativa del Gobierno holandés.

«Se están moviendo más en el terreno caritativo que en el terapéutico, ya que se usa con enfermos terminales, cuando hay indicios de que puede aliviar sus síntomas. En estos casos desesperados está bien ayudarles», aseguró en declaraciones a Onda Cero. El delegado del Plan Nacional sobre Drogas coincidió con Pedro Lorenzo en el peligro que supone para los jóvenes el equivocar los mensajes. «Un chaval no puede recibir el mensaje de que el porro es poco menos que positivo».

El proyecto del Gobierno holandés, y el deseo de imitarlo en otros países como Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Australia y algunos estados de Estados Unidos, no hará cambiar, a juicio de Robles- el paso a España. «La Agencia Española de Medicamentos ha establecido rigurosos mecanismos; el que otros países se haga no quiere decir que nosotros vayamos a bajar nuestro rigor o nos entren las prisas», argumentó.