La combinación de buprenorfina y naloxona o la administración de buprenorfina en monoterapia son seguras y reducen la ansiedad y el uso de opiáceos entre las personas adictas a estas sustancias que reciben la medicación en el marco de una consulta ambulatoria. Así se concluye de un estudio que se publica en el último número de The New England Journal of Medicine.

La adicción a los opiáceos, normalmente heroína, es un grave problema social. La farmacoterapia sustitutiva de opiáceos reduce el uso de drogas ilegales y los comportamientos de alto riesgo asociados a su consumo. Sin embargo, dos de las terapias de sustitución opiácea disponibles, la metadona y el acetato de levometadil, se administran bajo estricto control médico, lo que impide la medicación extrahospitalaria.

La buprenorfina es un agonista de los receptores opiáceos m y un antagonista de los receptores opiáceos k, que se utilizan habitualmente para el tratamiento del dolor fuerte. El tratamiento ambulatorio de la adicción a opiáceos con una formulación sublingual de buprenorfina y naloxona ya había sido propuesto, pero hasta ahora no se había estudiado su eficacia y seguridad.

El grupo de estudio colaborativo buprenorfina/naloxona, coordinado por Donald Tusel, del Centro Médico Veteran Affairs de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), ha realizado un estudio multicéntrico y aleatorio en el que se incluyó a 326 personas adictas a opiáceos, de entre 18 y 59 años, que fueron asignadas a recibir un tratamiento ambulatorio diario durante cuatro semanas basado en tabletas sublinguales compuestas por 16 mg de buprenorfina y 4 mg de naloxona, o bien sólo por brupenorfina (16 mg) o placebo.

Aunque existe el riesgo de abuso de la buprenorfina, como ocurre con la metadona y el acetato de levometadil, este potencial puede reducirse al combinarla con naloxona. De hecho, la buprenorfina, sola o en combinación con naloxona, ya ha sido aprobada en Estados Unidos y en otros países para el tratamiento de la adicción a los opiáceos. La legislación estadounidense permite a sus médicos administrarla en sus consultas.

Orina negativa
El objetivo principal de estudio fue el porcentaje de muestras de orina negativas para opiáceos y el informe del propio paciente sobre su ansiedad por tomar opiáceos. Los datos de seguridad se obtuvieron de 461 personas adictas a los opiáceos que participaron en un estudio abierto de buprenorfina y naloxona, en dosis diarias de hasta 14 y 6 mg, respectivamente.

El ensayo doble ciego se concluyó antes de tiempo porque tanto el tratamiento combinado como el de monoterapia mostraron mucho más beneficio que el placebo. La proporción de muestras de orina que dieron negativo a los opiáceos fue mayor entre los que recibieron alguno de los dos tratamientos (17,8 por ciento para el grupo de terapia combinada y 20,7 por ciento para los que sólo recibieron buprenorfina) que en los que tomaron placebo (5,8 por ciento). Además, las personas que recibieron un tratamiento activo también comunicaron menos ansiedad.

Las tasas de efectos adversos fueron similares para los tres grupos. Durante la fase de estudio abierto, el porcentaje de muestras de orina negativas para opiáceos oscilaba entre el 35,2 y el 67,4 por ciento. Los resultados indicaron que el tratamiento combinado era seguro y bien tolerado.