El consumo moderado de cerveza protege al organismo de la oxidación y del envejecimiento de las células, por lo que podría prevenir o retrasar las enfermedades cancerígenas, cardiovasculares y degenerativas, según se pone de manifiesto en el estudio «La actividad antioxidante de la cerveza: estudios «in vitro» e «in vivo», presentado ayer en el Colegio de Médicos de Málaga por la profesora de la Universidad de Valencia Victoria Valss y el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), Jesús Román.

El estudio, que se encuentra dentro de la monografía científica del I Simposio Internacional de la Cerveza, se ha llevado a cabo con unas 80 clases, con independencia del tipo ya que cervezas negras, rubias y sin alcohol presentan valores similares.

Con este trabajo, se demuestra que los polifones de la cerveza, que proceden de la cáscara de cebada malteada y del lúpulo, protegen a las células del daño oxidativo y evitan que se consuma su propia defensa antioxidante, según señaló Valss. Por este motivo, se pretende que la cerveza sea incluida como suplemento en la dieta de algunas patologías, ya que este efecto beneficioso de la cerveza es un efecto global que depende del conjunto de la dieta. «No cura ni previene, pero contribuye al mejor funcionamiento de nuestro organismo ni soluciona el comer mal», afirmó Román.

BENEFICIOS

Además de estas propiedades, la cerveza tiene otros beneficios sobre diversas cuestiones de salud. Es una de las mayores fuentes de silicio, ya que aporta entre un 60 y un 70 por ciento de la cantidad diaria recomendada de este mineral, lo que ayuda a mejorar la salud de los huesos al promover la formación de minerales y colágeno. Su consumo moderado podría contribuir a la prevención de la osteoporosis. El retraso o prevención de enfermedades cardiovasculares es otro de los beneficios favorables que aporta la cerveza al organismo. Según se pone de manifiesto en la monografía, las personas consumidoras de esta bebida de forma moderada y regular tienen menos riesgo de sufrir un infarto de miocardio que los no bebedores, debido a la reducción de coagulación sanguínea y aumento del colesterol de alta densidad, el llamado colesterol bueno.

La cerveza es una bebida rica en la vitamina B, lo que puede contribuir a prevenir las trombosis, ya que dicha vitamina tiene un efecto favorable en estas patologías. Otro de los estudios comprendidos dentro de la monografía destaca que la cerveza contribuye a una mayor respuesta inmune del organismo frente a agresiones externas, como consecuencia de su alto contenido en antioxidanes y vitaminas del grupo B.

Según los expertos, el consumo de esta bebida es «bueno» para la salud siempre que no se superen las una o dos cervezas en el caso de las mujeres y las tres o cuatro en los hombres.