Los médicos españoles de Atención Primaria no saben cómo enfrentarse al tabaquismo, al igual que el resto de sus colegas del mundo desarrollado, según revela una encuesta efectuada entre casi 3.000 especialistas de 16 países y dada a conocer en el congreso mundial de Cardiología, que se celebra estos días en Barcelona.

El trabajo, llamado STOP (Smoking: The Opinion of Physicians -Fumar: la opinión de los médicos-) forma parte de una investigación internacional en la que han participado profesionales de Alemania, Canadá, Corea, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Japón, Italia, México, Países Bajos, Polonia, Reino Unido. Suecia Suiza y Turquía. Entre todos ellos, la encuesta contó con la participación de 200 españoles.

La falta de tiempo y preparación no son, sin embargo, los únicos obstáculos con los que la lucha contra el tabaquismo se encuentra en los centros de salud. Otro de los datos más relevantes del informe señala que casi la mitad de los facultativos, en concreto el 46%, dice que este problema de salud no figura entre sus prioridades de atención, a pesar de que se sabe que el tabaquismo está directamente relacionado con numerosos tipos de cáncer y con las enfermedades cardiovasculares.

De hecho, desde hace tiempo también se conoce que el tabaquismo es la causa de más de cincuenta enfermedades, de las que veinte pueden ser mortales. Destacan los problemas respiratorios y las malformaciones congénitas.

El informe STOP también ha puesto de manifiesto no sólo que sigue habiendo médicos que fuman, sino que un 20% de los que lo hacen no habla a sus pacientes de las nefastas consecuencias del hábito.

La cardióloga noruega Serena Tonstad, del hospital de Ulleval, dijo que «fumar no es sólo una manifestación de falta de voluntad o de poco carácter sino una enfermedad crónica y recurrente». Así es como quieren los expertos en las enfermedades del corazón que se aborde el consumo de tabaco: como una patología.