Alrededor de 29.000 jóvenes españoles entre 14 y 18 años fuman porros todos los días y casi 6.000 consumen cocaína a diario. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, facilitó estos datos durante la presentación de la nueva campaña publicitaria «Drogas: hay trenes que es mejor no coger», dirigida a sensibilizar a la población más joven sobre los riesgos que acarrea el consumo de estas sustancias.

La ministra destacó el incremento «extraordinario» del número de consumidores de cocaína y cannabis en España, sobre todo los más jóvenes, entre 1995 y 2003.

Según precisó, el cannabis es la droga ilegal más consumida en España, con un incremento del 50% en la última década. El 10% de los chicos de 14 años y el 35,7% de los de 18 años lo ha consumido en el último mes. En cuanto a la cocaína, el consumo prácticamente se ha cuadriplicado en la última década y alcanza al 7,2% de los adolescentes.

La traducción de estos porcentajes señala que 164.000 adolescentes de 14 a 18 años consumieron cocaína en los últimos 12 meses previos a la encuesta y 830.000 cannabis.

Debido a este incremento, similar al observado en el resto de Europa, Salgado consideró que la nueva campaña es «necesaria y relevante».
Más chicos que chicas

Por sexos, y en la franja que va de los 15 a los 34 años, el porcentaje de chicos que fuma cannabis es más del doble que entre las chicas.

«Estas drogas se consumen, en combinación con otras o mezcladas con tabaco o alcohol, con fines recreativos y socializantes durante los fines de semana y épocas de ocio. Se trata de un uso intenso pero intermitente, que al concentrarse durante determinados días, confiere la falsa y peligrosa sensación de carecer de riesgos», alertó la ministra.

La escasa percepción de los daños que el consumo de las drogas tiene sobre la salud es para Sanidad una de las principales razones del aumento detectado. También apuntó que el precio asequible de determinadas sustancias, que adquieren en entornos próximos, incide igualmente.

Por otro lado, la ministra quiso recordar que hasta el 70% de los consumidores crónicos de cocaína sufren cuadros paranoides. Esta droga también contribuye al desarrollo de arterioesclerosis prematura y aumenta 24 veces el riesgo de sufrir un infarto de miocardio y un accidente cerebrovascular.

Salgado remarcó que la «Encuesta a la Población Escolar 2004» ya apuntaba una proporción importante de estudiantes que aseguraba haber sufrido alguna vez problemas derivados del consumo de cannabis y cocaína.

En el caso de la primera sustancia, las consecuencias más frecuentes de su consumo son pérdida de memoria (24%); dificultades para trabajar o estudiar (15,8); tristeza, ganas de no hacer nada y depresión (14,3); y faltar a clase (10%).

En cuanto a la cocaína, las consecuencias negativas más frecuentes son problemas para dormir (44,1%), pérdida de memoria (14%), tristeza o depresión (12,6%) y problemas económicos (11,8%).