Gloria Mairal, psicoterapeuta,además de trabajadora social
y antropóloga, cuenta con más
de 16 años de experiencia en
atención individual y grupal a
personas con problemas de
drogodependencia. Desarrolla
programas de rehabilitación,
reinserción y de prevención de
recaídas en el Hospital del Mar
de Barcelona y colabora desde
hace más de 3 años con
Dianova desarrollando
el programa grupal
de prevención de recaídas, y
como asesora técnica del
equipo como asesora técnica
del equipo del centro Dianova
Can Parellada.

¿Cuáles son los factores que
favorecen el consumo de
alcohol en nuestra sociedad?

Hay que tener en cuenta
que en nuestra sociedad
mediterránea, productora de
bebidas alcohólicas, el uso del
alcohol está asociado a nuestro
estilo de vida y costumbres,
lo incorporamos a nuestras
tradiciones, incluso a
las formas de alimentación y
de cocina..Lo encontramos en
nuestras celebraciones, ritos
de fiesta y eventos sociales..

Tenemos una cultura
permisiva y de beneficio
respecto al alcohol que
ha producido que nos
encontremos en la actualidad
ante una realidad de abuso
social muy extendido y una
baja conciencia de las
problemáticas asociadas
al alcohol.

Otro factor añadido es que
como droga legal, el alcohol
se puede adquirir muy
fácilmente a pesar de
las restricciones por edad. Pero
no debemos engañarnos:
el alcohol es una sustancia
demostradamente adictiva y
tóxica que produce daños
orgánicos, mentales,
sicológicos, sociales y daños
en todo tipo de relación
personal del individuo.
También es una sustancia de
peligrosidad, que ha producido
muertes, bien conocido es todo
el capítulo de accidentes
laborales y de tránsito.

¿Con qué otras drogas se
consume principalmente
alcohol?

El alcohol está presente en
el consumo de un gran
número de drogas, se
encuentra en los consumidores
de heroína, en los programas
de mantenimiento con
metadona, así como en otras
drogas estimulantes y por
supuesto con el tabaco, aunque
es particularmente importante
la asociación entre consumo
de alcohol y de cocaína.
Especialmente con la cocaína,
el alcohol se consume por dos
motivos principales: el primero
tiene que ver con el hecho de
que en «la fiesta» el consumo
del alcohol está muy
generalizado. El segundo y
determinante es el «freno» que
el alcohol ejerce sobre
la sensación de descontrol
producida por la cocaína.
Cuando la persona «se dispara»
por el consumo de cocaína,
con el alcohol obtiene una
falsa impresión de control
momentáneo.

Aunque exista esta percepción,
lo que realmente sucede (en
un consumo de abuso) es que
se genera una segunda
adicción al alcohol, conjunta
a la adicción a la cocaína

¿Cómo se enfoca el consumo
del alcohol en el proceso de
rehabilitación de otras
drogas?

Hay dos líneas de actuación
básicas. Fundamentalmente
una trata de que la persona tome conciencia de que
el alcohol, además de ser tóxico
y adictivo en si mismo, es un
elemento de alto riesgo en el
tratamiento de otras sustancias.
Debido a su efecto
desinhibidor y de pérdida
de control, el alcohol es un
inductor a la recaída en
el consumo de cocaína y
otras drogas.
Otro trabajo a desarrollar es
el de sensibilización sobre
el significado del alcohol. En
el marco del trabajo
terapéutico, conjuntamente
con la persona, realizamos un
análisis de los usos y
costumbres en el consumo de
alcohol, tanto a nivel social
como en el ámbito de la
familia. Con el análisis y la
valoración de estos aspectos se
pretende sensibilizar sobre los
cambios y ofrecer herramientas
a la persona para poder
afrontar situaciones de presión
social y familiar en cuanto al
uso de bebidas alcohólicas.

¿Crees que una persona que
intenta abandonar la cocaína
puede consumir alcohol?

No. Radicalmente no. Yo
planteo la abstinencia total, y
por tanto la renuncia
al consumo. Esto es algo a lo
que el usuario se enfrenta con
muchísima dificultad, -debido
a todos los factores sociales, de
uso, costumbres y tradiciones
tanto en la familia como en la
sociedad…- y no es fácil.
Algunas claves para poder
vivir sin el uso del alcohol.
Un primer elemento clave es
que la persona desarrolle
conciencia de su adicción,
cuando reconoce su
problemática o/y trastorno,
toma una conciencia de riesgo
del alcohol más clara.
Otro hecho es que va a tener
que enfrentarse a la renuncia,
y esto no es precisamente fácil,
pero si va logrando recuperar
el bienestar, el poder disfrutar,
ser feliz, divertirse, relacionarse
sin consumo de sustancias, va
a tener mayor facilidad para
enfrentar el día a día sin
alcohol. En cualquier caso, en
programas de rehabilitación,
donde el riesgo de recaída está
muy presente, y durante
mucho tiempo,- entre 2-3
años y en algunos casos hasta
5- se requiere un soporte
terapéutico para afrontar estas
situaciones y reforzar el nuevo
estilo de vida, y poder
enfrentar la presión social de
consumo que le va a plantear
su propio entorno.

Otro factor importantísimo
está en poder hacer un trabajo
de sensibilización e
información de la familia –
cuando la hay- porque
la familia es un elemento muy
importante de desarrollo.
Informarles que el alcohol es
tóxico y adictivo no
únicamente para la persona
que ha desarrollado una
drogadicción, sino para todos
y poder hacer este cambio de
visión sería una de las claves.