La policía alerta de un brusco incremento en el consumo de ‘caballo’ tras decomisar en 2006 el triple que el año anterior.

La heroína vuelve a fluir a raudales en España. Las fuerzas de seguridad del Estado se han incautado de 443 kilos de caballo desde el 1 de enero al 4 de diciembre de 2006, sólo en las más grandes operaciones; esta cantidad supone el triple de lo decomisado en el mismo periodo de 2005. Esto no se explica únicamente por una mayor eficacia de los agentes antidroga, sino que revela un mayor caudal de heroína en las redes delictivas, según expertos del Cuerpo Nacional de Policía.

«Las grandes cantidades de heroína decomisadas en 2006 inducen a pensar que si hay más mercancía de este tipo en circulación es porque hay una mayor demanda», afirma un inspector de la Brigada Central de Estupefacientes, con más de cuatro lustros de experiencia en la lucha contra los narcos que controlan los opiáceos. «Los traficantes españoles reclaman constantemente a sus proveedores turcos que les envíen más heroína. Creemos que ha aumentado el consumo de esta sustancia por vía respiratoria y es frecuente ver a chicos de institutos fumando chinos», una especie de cigarrillos hechos con papel de aluminio en el que se quema la heroína. «Casi toda la heroína que entra en España está destinada a ser consumida aquí. Sólo una pequeña parte es revendida en Portugal. Si hay mayor cantidad de heroína en circulación es porque hay gente que la demanda. Los narcos están muy atentos a la tendencia y sería descabellado que reclamaran esta mercancía si antes no la tuvieran ya prácticamente colocada», señala un mando policial.

«Hace dos o tres años, los traficantes españoles no querían heroína, sino cocaína. Pero en los últimos meses hemos comprobado que estos grupúsculos requieren cada vez más heroína. Y a veces de forma imperiosa. Tanto es así que hemos detectado cómo estos individuos se desplazan a Turquía para comprar directamente la mercancía, prescindiendo de intermediarios», añade el policía.

Casi toda la heroína que se consume en España procede de Afganistán, cuya producción se ha disparado. La policía calcula que este país asiático producirá este año 600 toneladas, una cantidad muy superior a las 400 toneladas que reportaban los campos de cultivo antes de la guerra que acabó con el régimen de los talibanes.

Los servicios policiales occidentales sospechan que el 50% de esta producción va destinado a las repúblicas ex soviéticas y que el tráfico de esta sustancia sirve para financiar a la guerrilla y a grupos radicales islamistas, afganos y paquistaníes.

La distribución de heroína se encuentra en manos de las grandes mafias de Turquía, que utilizan a delincuentes búlgaros y albano-kosovares para su transporte a Europa. Pero el siguiente escalón lo constituyen en España clanes locales que se han impuesto a otros rivales. El kilo de heroína cuesta entre 18.000 y 20.000 euros en el primer eslabón de la cadena, pero el precio final del gramo al menudeo está ahora en unos 60 euros.

La policía ha comprobado un cambio en la forma en que se usa la heroína, pasando de ser inyectada a ser inhalada o fumada. Los consumidores consideran que estas últimas formas son más seguras y menos degradantes que el uso de la jeringuilla.

«Sigue habiendo miles de yonquis que se inyectan, sobre todo en los poblados marginales como el de Las Barranquillas de Madrid», explica el experto aludido de la Brigada Central de Estupefacientes. «Pero cada vez es más frecuente ver a estudiantes de institutos fumando chinos durante los recreos o al finalizar las clases», agrega. La Secretaría de Estado de Interior tiene actualmente en marcha una operación para impedir el tráfico y consumo de drogas en este tipo de centros docentes. Los encargados de atrapar a los camellos que actúen en el entorno de los centros educativos serán 1.306 policías nacionales y 1.818 guardias civiles.

Según una reciente encuesta del Ministerio de Sanidad, unas 31.000 personas consumen heroína, aunque admite que es probable que el dato real sea superior. Además, a esta cifra habría que añadir a 90.000 personas en tratamiento con metadona. La policía cree que la cifra es muy superior.

Las regiones en las que la policía ha visto un incremento en el tráfico de heroína -y presumiblemente un mayor consumo- son Madrid, Galicia y Andalucía (fundamentalmente en Sevilla), según las mismas fuentes informantes.

El pasado abril, la policía de Madrid detuvo a 11 personas (nueve españolas y dos turcas) que distribuían droga a gran escala en Madrid y Castilla-La Mancha. La redada permitió desarticular un clan quinqui con casi 60 kilos de heroína (la mayor incautación de esta droga en 2006).

Los expertos creen que el aumento en el consumo de caballo es explicable porque muchas personas la emplean para bajar el subidón que les causa la cocaína y, por otra parte, por la incorporación de un número indeterminado de jóvenes entre los que se ha puesto de moda fumar chinos, además de la llegada de inmigrantes de Europa del Este adictos a esta droga.

Según el Observatorio Europeo de las Drogas, entre 1990 y 2002, los Estados miembros de la UE notificaron entre 7.000 y 9.000 muertes por sobredosis cada año, lo que supone más de 100.000 víctimas durante este periodo. Estas cifras pueden considerarse una estimación mínima, porque es probable que en muchos países no se notifiquen todos los casos.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito advirtió hace un par de meses de que la cosecha récord de opio en Afganistán se traducirá en una heroína más pura que puede causar más muertos por sobredosis.