Médicos británicos de la Universidad de Nottingham concluyen que el humo del tabaco en el ambiente incrementa significativamente el riesgo de experimentar un infarto de miocardio o un ictus.

Los autores analizaron datos de una encuesta británica de ámbito nacional, realizada entre 1988 y 1994, y publican sus resultados en «Circulation». Se determinó la exposición al humo midiendo los niveles plasmáticos de cotinina.

El análisis incluyó a 7.599 individuos que nunca habían fumado. No se detectó cotinina en 1.371 sujetos. En 3.115 los niveles eran bajos y en 3.113 eran elevados. Los autores señalan que los niveles medios de fibrinógeno y homocisteína fueron significativamente superiores en los individuos con niveles detectables de cotinina que en los que presentaban concentraciones no detectables. Entre aquellos que presentaban niveles bajos o altos no se halló diferencia significativa en relación con los dos marcadores del riesgo cardiovascular.