Beber pequeñas cantidades de alcohol al día, sobre todo vino, se asocia con un aumento de la esperanza de vida. Esta es la conclusión de un estudio del equipo de Martinette Streppel, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Wageningen, en Holanda, presentado en la XLVII Conferencia Anual de Epidemiología y Prevención Cardiovascular, organizada por la Asociación Americana del Corazón y que se está celebrando en Orlando.

El trabajo sugiere que a largo plazo la ingesta moderada de alcohol, establecida para el estudio en menos de un vaso de vino al día, se asocia con una menor tasa de mortalidad cardiovascular y por todas las causas.

Seguimiento

El estudio ha incluido los datos de 1.373 hombres nacidos entre 1900 y 1920 de los que se registraron su consumo de alcohol durante más de 40 años. No se despreciaron los datos relativos a los hábitos dietéticos, el índice de masa corporal, tabaco, prevalencia de infarto agudo de miocardio, ictus, diabetes y cáncer.

Se determinó que a largo plazo la ingesta moderada de alcohol, unos 20 gramos al día, comparada con la no ingesta, se asociaba con un 36 por ciento menos de riesgo relativo de mortalidad por todas las causas y de un 34 por ciento menos de riesgo de mortalidad cardiovascular.

El grupo de Streppel estudió el consumo de vino de forma independiente y se constató que la reducción del riesgo era mayor cuando el consumo era menor, aproximadamente medio vaso de vino al día: se reducía un 40 por ciento la tasa de mortalidad por todas las causas y un 48 por ciento la de mortalidad cardiovascular. La esperanza de vida era de 3,8 años mayor entre los hombres que bebían vino de forma regular y moderada, si se comparaban con los que no consumían bebidas alcohólicas.

La televisión engorda

Los niños de más de tres años que ven mucha televisión tienen un alto consumo de bebidas azucaradas y de calorías extras, según un estudio de Sonia Miller, de la Universidad de Harvard, en Boston, que se ha presentado en la reunión de Orlando.

Por cada hora de más de televisión se ingieren 46,3 más kilocalorías al día. «Aunque estas calorías adicionales no parecen muchas, pueden ser las que favorezcan el aumento de peso a largo plazo».

La relación, ya conocida, entre obesidad y televisión se debe a la mayor ingesta de comida basura y a la falta de actividad física entre los menores. La Academia Americana de Pediatría recomienda que los menores de dos años no vean la televisión y por encima de esta edad, como máximo, dos horas diarias.