Con la llegada de abril, los pitillos dejan de ser bienvenidos en los lugares públicos de Gales. A finales de mes, tampoco lo serán en Irlanda del Norte. Y en verano, Inglaterra también se sumará a estas medidas.

La normativa afecta a bares, restaurantes, oficinas y el transporte público. Las personas que consuman tabaco podrán ser multadas con 50 libras (unos 73 euros).

Los políticos y las organizaciones del sector sanitario han manifestado los beneficios para la salud de la población a largo plazo. Por el contrario, los grupos pro-tabaco han señalado que son medidas «draconianas», al no haber opciones disponibles.

El secretario de la Asociación Médica Británica (BMA) de Gales, Richard Lewis, ha señalado que se trata de «la mayor iniciativa de salud pública en Gales en más de un siglo».

Voces en contra

Sin embargo, Simon Clark, miembro del grupo pro-tabaco ‘Forest’, se ha mostrado contrario a la medida y ha señalado que la mayoría de los fumadores no dejarán el cigarrillo.

«Como consecuencia de la prohibición, más gente fumará en la calle, con lo que aumentará la basura, y más consumirá en casa delante de los niños», ha agregado Clark.

«El mejor lugar para fumar es un bar o un restaurante con buena ventilación, pero los políticos han decidido ignorar lo que es muy obvio», ha declarado.

Esta medida ya está en vigor en Escocia. En Irlanda del Norte empezará el próximo día 30 y en Inglaterra el 1 de julio.