Los escáneres cerebrales muestran cómo el cannabis afecta al correcto funcionamiento del cerebro. Esto puede ayudar a explicar por qué algunos consumidores habituales terminan sufriendo psicosis y esquizofrenia.

Cada vez más psiquiatras están alerta del impacto que puede provocar sobre la salud mental el consumo de altas cantidades de la marihuana muy fuerte o el hachís, sobre todo entre la población joven.

Hasta la aparición de las modernas técnicas de escáner, el mecanismo de actuación del cannabis en el cerebro era un misterio. Con ellas los expertos pueden detectar su impacto sobre la actividad de este órgano.

Philip McGuire y Zerrin Atakan del Instituto Psiquiátrico de Londres han realizado un estudio con resonancia magnética (RM). Las imágenes, según han explicado, muestran que los pacientes que tomaron tetrahidrocannabinol (THC) (presente en el cannabis) tienen reducida la actividad en el córtex inferior frontal, un área del cerebro relacionada con el control de las emociones inapropiadas y el comportamiento.

«El THC parece que ‘apaga’ esta parte del cerebro, y esto está asociado con la aparición de paranoias«, ha señalado McGuire. Sus investigaciones serán presentadas en la Conferencia Internacional de Cannabis y Salud Mental.

Estudios similares de otros equipos también resaltan el vínculo entre la dosis de THC y el riesgo de síntomas de esquizofrenia, según ha explicado el psiquiatra del King’s College de Londres, Robin Murray.

«Ya no es un tema de debate. La comunidad científica, por mayoría, acepta que el cannabis contribuye al comienzo de los síntomas psicóticos en general y la forma severa de psicosis, la esquizofrenia», ha declarado.

Plantas con el doble de THC

Una de las razones por las que está aumentando el problema es la potencia de las modernas cepas de cannabis, que están cultivadas para contener la máxima cantidad de THC.

En los últimos años, la media THC que contiene la marihuana que se vende en Reino Unido se ha duplicado. Ha pasado de un 6% a un 12%. En los Países Bajos la media es de 18%, señala Murray.

La mayoría de los consumidores no tiene problemas con la droga, pero sí una minoría, que son vulnerables al daño que puede producir el hachís probablemente por predisposición genética.

El aumento del contenido en THC está vinculado al descenso de otro ingrediente activo llamado cannabidiol (CBD). Los dos compuestos compiten desde el punto de vista bioquímico en la planta. El CBD, reduce la ansiedad y no produce la euforia del THC y, por lo tanto, puede ayudar a evitar la aparición de las paranoias.