El Gobierno de Brasil introdujo fuertes restricciones a la publicidad de bebidas alcohólicas, medida que se extendió por primera vez a las de baja graduación como la cerveza y el vino, para proteger a la «población vulnerable».

El nuevo decreto, que entró hoy en vigor, pasa a considerar como «alcohólicas» aquellas bebidas que contengan un 0,5 por ciento de alcohol.

Hasta ahora, las restricciones afectaban a las que contenían por lo menos un 13 por ciento.

Las limitaciones publicitarias forman parte de una más amplia política nacional sobre el alcohol, que busca «reducir los daños a la salud», así como «las situaciones de violencia y criminalidad» asociadas al alcohol, informaron fuentes oficiales.

Los nuevos límites, que no están especificados en el decreto, afectarán fundamentalmente a la poderosa industria de cerveza, que factura anualmente unos 10.000 millones de dólares y gasta cerca de 350 millones en publicidad, sobre todo en televisión.

Según el decreto, el gobierno ampliará el tratamiento de enfermedades derivadas del alcoholismo en el sistema público de sanidad y tratará de articular programas de reinserción social de alcohólicos.

La política prevé proyectos de capacitación de agentes de salud y educación destinados en exclusividad a las comunidades indígenas y a la población de los asentamientos para la reforma agraria.

El alcoholismo es un problema extendido entre la población indígena que habita cerca de las áreas urbanas.

El alcohol, además, suele estar asociado a casos de asesinatos y suicidios que afectan a parte de estas comunidades.

Según el Consejo Indígena Misionero, organización católica ligada a la causa indígena, 40 indios fueron asesinados el pasado año en Brasil y gran parte de estas muertes estuvo relacionada con un «consumo excesivo» de alcohol o de estupefacientes.

El gobierno también incentivará a los municipios para que limiten el horario de los establecimientos expendedores de bebidas alcohólicas y para que prohíban su venta en gasolineras.