Tiene 29 años y vive gracias a un trasplante de hígado. El suyo lo destrozó una noche de fiesta. Literalmente, lo reventó. Fue un caso de ‘alerta cero’: o encontraban un donante en cuestión de horas o moriría sin remedio. Tuvo suerte. De aquello hace ya un año. Sigue vivo, en un pueblo de la comarca del Condado. Con el siempre precario equilibrio en la salud propio de los que han sufrido un trasplante. Hace unos días tuvo que ser ingresado de nuevo en un hospital granadino por un problema de plaquetas. Ya le han dado el alta. No es un caso aislado. En el hospital de Granada -de referencia para Jaén en temas de trasplantes hepáticos- ya han tenido dos casos de hígados destrozados por la combinación de alcohol, cocaína y éxtasis o MDMA. Y cada vez reciben a pacientes más jóvenes con los hígados ‘tocados’.

Una crisis hepática provocada por el alcohol y las drogas deja un hígado sano inservible y coloca la vida al borde del abismo en apenas catorce días. Y lo peor: el enfermo no percibe su problema hasta que ya es demasiado tarde y se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado de coma. El Hospital Virgen de las Nieves activó la alerta cero para conseguir un hígado que mantuviera con vida a dos jóvenes (uno de ellos el del Condado), tras entrar en coma a los diez días de consumir estas drogas. Los dos jóvenes continúan con vida gracias al trasplante y al tratamiento que hoy por hoy siguen en el hospital Virgen de las Nieves.

El jefe de servicio de Digestivo del Hospital Ruiz de Alda, Rafael Martín Vivaldi, asegura que ya hay estudios que demuestran que el éxtasis puede provocar una hepatitis fulminante, aunque no es demasiado habitual toparse con este tipo de casos. «Nosotros nos hemos encontrado sólo con cinco casos de hepatitis fulminante en jóvenes: uno fue por un intento de intoxicación con paracetamol; otro, provocado por el virus de la hepatitis b; uno más, de origen desconocido, y los dos casos por la ingesta, probablemente, de tóxicos tras ser detectados restos de éxtasis, cocaína y alcohol en un análisis de orina», señala el doctor.

No es muy frecuente encontrar a un joven de veintitantos años en una mesa de quirófano para recibir un hígado nuevo. Ni con menos de cuarenta afectado por una cirrosis hepática. «Hace muy poco tiempo resultaba excepcional encontrarse con gente de treinta y tantos años con cirrosis hepática provocada por el alcohol. Hoy por hoy no es lo más habitual, pero empiezan a verse casos». En estos momentos, hay tres mujeres con este problema y con una edad inferior a los 40 años en tratamiento en este servicio del Virgen de las Nieves.

El 31% de casos

El éxtasis, derivado sintético de las anfetaminas, es considerada una droga segura por los consumidores. Sin embargo, existen numerosos casos publicados de hepatitis aguda grave en relación con su ingesta. En un estudio reciente el éxtasis supuso el 31% de los casos de hepatitis aguda grave secundaria a drogas, siendo la segunda causa de fallo hepático en los pacientes de menos de 25 años. Ya re recomienda buscar el rastro de esta sustancia en todos los casos de fallo hepático agudo de causa desconocida.