El cáncer fue el protagonista de la 52º edición del Congreso Nacional de Urología, ya que los tumores de próstata, vejiga o riñón coparon buena parte del interés de los expertos reunidos este año en La Coruña.

El cáncer de próstata continúa siendo el tumor urológico más frecuente en varones, si bien las campañas de concienciación y las revisiones han logrado que hasta siete de cada diez casos se detecten en estadios precoces. En este sentido, los últimos avances van dirigidos «a la posibilidad de ver en qué parte de la próstata es más probable que se desarrolle un tumor», explicó Marcelino González, presidente del comité organizador del congreso, quien, no obstante, puntualizó que la biopsia «aún sigue siendo la única herramienta segura para detectar la existencia del cáncer».

La relación entre el tabaquismo y el desarrollo de tumores urológicos fue otro tema abordado. Así, en el caso del cáncer de vejiga se ha comprobado que el 60 por ciento de los tumores se da en fumadores activos y que, de hecho, entre un 50 y un 70 por ciento de quienes fuman acaban por desarrollar uno. «El riesgo es mayor cuanto mayor es el número de años fumando e, incluso, el número de cigarros consumidos por día», afirmó Joaquín Carballido, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y secretario general de la Asociació Española de Urología, quien explicó que la lesión inducida por el consumo prolongado de tabaco en determinadas células genéticamente transformadas del epitelio de la vejiga «persiste durante bastante tiempo y tarda en revertir».

También en el de riñón

Otro tipo de cáncer cuya incidencia no ha dejado de aumentar en los últimos años (hasta el punto de que en la actualidad hay el doble de casos diagnosticados que hace tres décadas), es el de riñón, convertido en el tercer tumor urológico más frecuente, tras los de próstata y vejiga. «Este incremento anual no sólo responde al mejor diagnóstico, sino también al incremento de su incidencia en la población de 40 a 45 años», señaló Marcelino González.

¿El motivo? También el tabaco, «al que hace unos años no se daba importancia en relación a este tumor»; ahora sí que existe «la seguridad de que es un factor de riesgo a tener en cuenta», continuó. Tanto es así que, con los datos disponibles hasta el momento, agregaron los expertos, es posible asegurar que los fumadores pueden tener hasta un 35 por ciento más de riesgo de desarrollar este tumor respecto a los que no fuman.

Aunque gracias a los avances en las técnicas de imagen (como la ecografía abdominal) su diagnóstico es mucho más precoz y se realiza cuando estos tumores son de tamaño significativamente menor, la cifra sigue preocupando a los especialistas, que señalan que en un 30 por ciento de los casos la detección sigue siendo tardía, cuando ya se ha desarrollado metástasis. En cualquier caso —aseguró González—, se ha mejorado, ya que antes se diagnosticaban «cuando el paciente acudía por dolor, porque orinaba sangre o porque se palpaba un bulto en la tripa. Este diagnóstico incidental también ha permitido que en aproximadamente el 25 por ciento de los pacientes se haga una cirugía conservadora para quitar el tumor sin necesidad de extirpar el riñón», concluyó.