Las campañas de prevención de drogas funcionan, según los expertos, que incluyen dentro de ese éxito la tendencia a la baja que ha experimentado en los últimos años el consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes de 14 a 18 años, con un descenso de 10 y dos puntos respectivamente. Los datos, recabados por el Plan Nacional sobre Drogas, detectan también una disminución de un 0,8 por ciento en el uso del éxtasis -al que tiene acceso un 1,7 por ciento de la población de esa edad- y un tenue ascenso del de cocaína, cuyo consumo ha pasado del 2,2 al 3,1 por ciento. Sin embargo, según Gonzalo Robles, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, la auténtica asignatura pendiente es el cannabis, cuyo consumo ha aumentado cinco puntos en los últimos años debido «a la empanada mental y a la confusión de mensajes que ofrecen los grupos europeos pro-cannabis hacia su normalización».

Encuentro

Robles participó ayer en Málaga en la Conferencia Europea sobre Consumo de Drogas y Jóvenes, organizada, entre otras instituciones, por el Parlamento Europeo. Este encuentro reúne a más de 150 autoridades y expertos de la UE, Noruega y cuatro países aspirantes a entrar en la Unión (Chipre, República Checa, Hungría y Rumanía).

Los participantes en la conferencia incidieron en la importancia de la prevención y mencionaron que dentro de cuatro años todos los institutos españoles tendrán al menos dos cursos de formación sobre este asunto. Robles recordó que 250.000 profesores aplican en las aulas la educación para la salud y que el 70 por ciento del dinero intervenido a narcotraficantes se destina a prevención.

La labor del Plan Nacional fue también alabada por George Estievenart, director del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, quien reclamó una política común en esta materia frente a la diversidad de políticas nacionales, que se incrementará con la ampliación de la UE de 15 a 25 países el próximo mes de mayo. Estievenart dijo que la preocupación fundamental se centra en que los 10 estados que se suman a la unión «llegan con una situación difícil en materia de droga» y aludió a los países bálticos, con un gran consumo de opiáceos.

Lucha contra la droga

El director del Observatorio añadió que la dificultad deriva en que estos países «no tienen tradición de lucha y se enfrentan a un problema en el que la Europa de los 15 trabaja desde hace décadas». En este sentido, el presidente de la Comisión de Derechos y Libertades de la Eurocámara, Jorge Hernández, dijo que «a este problema hay que darle una respuesta desde la perspectiva europea, que todavía no existe», por lo que «a lo mejor la próxima Constitución Europea tiene un apartado expreso sobre droga».

Según los datos que maneja este organismo, el primer contacto de los jóvenes con las drogas se está reduciendo progresivamente, ya que a partir de los 12 años ya hay niños que las han consumido, lo que, a juicio de los expertos, va a plantear un problema importante dentro de cinco ó 10 años.