El Parlamento Europeo aprobó ayer un informe que emplaza a los países comunitarios a prohibir, en dos años, el tabaco en los parques infantiles públicos, así como en los lugares de trabajo cerrados, incluidos los locales de restauración, y en los medios de transporte. El documento fue aprobado por 561 votos a favor, 63 en contra y 36 abstenciones.

En la UE fallecen anualmente 650.000 personas debido al hábito de fumar y 80.000 como consecuencia del tabaquismo pasivo. Estas cifras son lo suficientemente preocupantes como para tomar medidas dirigidas a reducir el consumo de tabaco y proteger a los no fumadores contra el humo, según los eurodiputados.

Además, el texto aprobado aboga por incluir advertencias de mayor tamaño y que llamen más la atención en todos los productos del tabaco vendidos en la UE. Estos avisos deberían incluir direcciones de contacto para ayudar a los fumadores a dejar el pernicioso hábito.

También recomienda a la Comisión Europea que aborde la relación entre el tabaco y la ceguera, ya que recientes estudios científicos han encontrado pruebas «firmes y consistentes» de que el consumo de cigarrillos provoca pérdida de visión.

Asimismo, el documento aprobado propone prohibir de forma inmediata los aditivos que fomentan la adicción o que son carcinógenos. En este sentido, considera necesario eliminar la obligación de imprimir en las cajetillas los contenidos de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono, «lo que en la actualidad brinda a los fumadores una base comparativa equivocada».

Finalmente, exige que los fabricantes de cigarrillos que se hagan cargo de los costes sanitarios que genera el tabaquismo.