NUEVA YORK (Reuters Health) – Fumar en grandes cantidades durante mucho tiempo puede generar cambios estructurales y funcionales potencialmente perjudiciales en el músculo esquelético, aún cuando la persona no tiene enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), sugirió un nuevo estudio.

El tabaquismo es la principal causa de EPOC, pero poco se sabe sobre el efecto del cigarrillo en los músculos esqueléticos, que son los que se encuentran unidos al esqueleto.

Para ejercer fuerza sobre los huesos y las articulaciones, los músculos esqueléticos se contraen para producir movimiento. El tabaco contiene más de 4.700 químicos que son potencialmente dañinos para los músculos esqueléticos.

En el estudio, el equipo de la doctora María Montes de Oca, del Hospital Universitario de Caracas, en Venezuela, comparó el músculo vasto lateral, que se origina en la cadera y se extiende hasta la espinilla, en 14 fumadores sin EPOC y 20 no fumadores saludables.

Los miembros de ambos grupos tenían estilos de vida sedentarios.

Según su informe, publicado en la revista médica Chest, los investigadores observaron una importante reducción en dos tipos de fibras musculares entre los fumadores, comparado con quienes no consumían cigarrillos.

Los fumadores solían mostrar, además, cambios metabólicos potencialmente perjudiciales, como el desequilibrio de químicos oxidantes y antioxidantes, lo que sugería «daño periférico de las fibras oxidativas» entre los fumadores, indicó el equipo.

Los resultados también señalaron que el consumo de tabaco altera el proceso normal por el cual el cuerpo genera óxido nítrico, un químico que ayuda a abrir pequeños vasos sanguíneos.

Esta alteración podría generar hipoxia (bajos niveles de oxígeno), que explicaría la atrofia observada en las fibras de los fumadores.