En México, aproximadamente un millón de personas sufren artritis reumatoide (AR) y uno de los factores de riesgo que puede ocasionar dicha enfermedad es el tabaquismo.

Se cree que 15 millones de fumadores corren el riesgo de desarrollar importantes alteraciones en la salud como lo es esta devastadora enfermedad.

La artritis reumatoide pertenece al grupo de enfermedades conocidas como autoinmunes, ya que en estos casos, el propio paciente que padece la enfermedad genera anticuerpos que atacan la capa sinovial que recubre las articulaciones.

La inflamación permanente de la articulación hace que el cartílago (la superficie lisa que recubre a los huesos de las articulaciones y que permite el rozamiento entre los mismos) tienda a adelgazar y desaparecer, lo que acelera la destrucción de las articulaciones.

Criterios para evaluar

De acuerdo con el Colegio Americano de Reumatología, se establece la clasificación de si el paciente padece artritis reumatoide cuando se encuentran presentes cuatro de los siete criterios, siempre que del criterio número 1 al 4 estén presentes al menos durante 6 semanas. Los siete criterios definidos son:

  • Rigidez matutina de al menos una hora de duración
  • Artritis en 3 o más articulaciones
  • Artritis de las articulaciones de la mano
  • Artritis simétrica
  • Nódulos reumatoides
  • Cambios radiológicos compatibles con AR
  • Factor reumatoide positivo. Esta clasificación se lleva a cabo únicamente con fines de estudios clínicos o epidemiológicos.

Cuando la persona presenta un dolor músculo-esquelético persistente por dos o tres semanas, sobre todo de las manos y pies, si es de tal intensidad que interfiere con la actividad diaria, o existe hinchazón de las articulaciones, es recomendable que asista inmediatamente a un médico reumatólogo, para establecer un diagnóstico de esta enfermedad.

La artritis reumatoide es considerada una enfermedad multifactorial, es decir, no hay un sólo factor que contribuya para su desarrollo, sino que participan varios elementos como la predisposición genética, factores ambientales, factores hormonales, etc.

Actualmente, se realizan investigaciones de manera continua para determinar dichos factores.

Un estudio reciente reveló que el fumar aumenta 15 veces el riesgo de desarrollar el mal en pacientes con predisposición genética.