La cantante mexicana Alejandra Guzmán compartió hoy con un grupo de adictos de un centro de rehabilitación su mala experiencia con las drogas, cuando hace cuatro años recurrió a ellas y al alcohol para superar el dolor de haber perdido al bebé que entonces esperaba.

«Bebía todos los días sin ingerir alimentos; llegué en estado anémico a la clínica de rehabilitación. La pérdida de mi bebé hace cuatro años fue un golpe muy duro para mí y me refugié en el alcohol y las drogas», dijo en conferencia de prensa la cantante, que ahora agradece a la vida contar con una segunda oportunidad, informó Efe.

Guzmán visitó una casa de asistencia para jóvenes adictos en rehabilitación, a la cual entregó un donativo de 200.000 pesos (unos 18.444 dólares) del Fondo de las Estrellas de la fundación benéfica Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), que se destinará a 27 personas.

«Estuve un mes entero bebiendo y drogándome, entonces me di cuenta de que estaba en la mierda total», indicó la cantante, quien señaló que cada día que vive es para ella un proceso de recuperación.

La intérprete de temas como «Reina de corazones» dijo que desde que se recuperó de sus adicciones ha tratado de mantenerse alejada de ellas.

«Me gusta convivir con personas en rehabilitación porque al igual que yo tuvieron sus errores, recayeron, pero se levantan para decir sólo por hoy no bebo, sólo por hoy no me drogo, mejor hago ejercicio», declaró.

Por otra parte, Guzmán comentó que toda esta situación la trató con su hija Frida Sofía, con quien no tiene secretos.

La cantante, de 40 años e hija de la actriz Silvia Pinal («Viridiana») y el ídolo musical de los años 1970 Enrique Guzmán, calificó su etapa de adicción a las drogas como una de las épocas más dolorosas de su vida. Actualmente Guzmán promociona su último disco, «Fuerza».