El patrón actual de consumo de alcohol de los jóvenes puede provocar un déficit de la atención, disminución de la memoria y problemas de aprendizaje, aseguró ayer la Concejala de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, en la inauguración del I Debate del ciclo de «Debates en Drogodependencias», organizados por la Concejalía de Sanidad y el Instituto López-Piñero.

Consuelo Guerri, jefa del Laboratorio de Patología Celular del Centro de Investigación Príncipe Felipe, abrió este ciclo de conferencias, que se repetirán con una periodicidad trimestral, con una ponencia sobre «El consumo de alcohol, hoy». La concejala, destacó «la importancia de este tipo de debates para el intercambio de opiniones y para propiciar estrategias de intervención ante un problema tan importante como es la salud de nuestros jóvenes».

La doctora Guerri, bióloga e investigadora tanto en España como en EEUU, explicó ante cerca de cincuenta profesionales que trabajan en el área de las drogodependencias, que los jóvenes españoles copian el patrón de ingesta de alcohol de los países anglosajones y aseguró que este tipo de consumo durante la adolescencia «puede causar daños cerebrales irreversibles en una etapa en la que el cerebro está todavía en formación».

El consumo de altas cantidades de alcohol durante pocas horas, y sin acompañarlo de ningún alimento, práctica conocida popularmente como «botellón», es más neurotóxico que una ingesta media prolongada porque aumenta a niveles muy altos la tasa de alcohol en sangre y en cerebro.

Esos «picos» en los niveles de etanol pueden ser muy perjudiciales para los consumidores, sobre todo si éstos son menores de 21 años pues, hasta esa edad, el cerebro humano está todavía en formación. «Los daños neuronales que se producen durante esa etapa de maduración y desarrollo son irreversibles», explicó Consuelo Guerri.

Además, los experimentos que se han realizado demuestran que esta mayor neurotoxicidad de la ingesta de alcohol concentrada se produce en regiones implicadas en la memoria y el aprendizaje (hipocampo y región prefrontal), por lo que los adolescentes con este patrón de consumo tendrán problemas en el medio escolar.

Durante la conferencia, Consuelo Guerri reconoció que el consumo moderado de alcohol puede tener ciertos efectos beneficiosos en enfermedades cardiovasculares, aunque advirtió que el abuso y los nuevos hábitos de consumo que está adquiriendo la población adolescente pueden conllevar graves problemas de adicción a esta sustancia y a otras drogas.

Las dosis máximas recomendadas para realizar un consumo moderado son, para el hombre, un máximo de 20-30 gr. al día (2-3 vasos de vino) y, para la mujer, 10gr. al día (1 vaso de vino). En el caso de mujeres embarazadas, personas con hepatopatía y ex alcohólicos no debería ingerirse ninguna cantidad de alcohol.

En el debate, en el que estuvieron presentes Francisco Bueno, Jefe de Servicio del Plan Municipal de Drogodependencias y de Rafael Aleixandre, Director del Instituto de Historia de la Medicina y la Ciencia «López- Piñero», los asistentes insistieron en la necesidad de informar a los jóvenes de las consecuencias de este tipo de consumo, la obligación de realizar una labor preventiva eficiente, orientada no sólo desde las Unidades de Prevención y Centros de atención, sino también desde otros ámbitos (Atención Primaria, Pediatría, Ginecología) y la necesidad de buscar nuevas estrategias de prevención para concienciar, sin alarmar, sobre este tipo de consumo.

Las sesiones cuentan con el respaldo del Centro de Documentación sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos (CENDOC) «Emilio Bogani Miquel», un recurso público creado en 2004 gracias a la colaboración de la Concejalía de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana y el Instituto de Historia de la Medicina y la Ciencia «López-Piñero» (Universidad de Valencia – CSIC).