Los recién nacidos que han sido expuestos durante la gestación a la nicotina se convierten en adictos al tabaco en el útero materno, pudiendo llegar a presentar al nacer signos del síndrome de abstinencia, caso de la irritabilidad, los temblores y las alteraciones del sueño. Así se desprende del trabajo que, dirigido por el Dr. Óscar García-Algar, del Servicio de Pediatría del Hospital del Mar de Barcelona, publica la revista Archivos de Bronconeumología.

Es más; a largo plazo, los efectos nocivos del tabaco podrían ser indicativos de deficiencias conductuales, de un menor coeficiente de inteligencia y del trastorno de deficiencia de atención e hiperactividad, ya que la nicotina parece alterar el neurodesarrollo normal del recién nacido.

La investigación, realizada en base a la evaluación de 33 recién nacidos de madres fumadoras, mostró que los recién nacidos de madres que no abandonaron el tabaquismo durante el embarazo presentan irritabilidad y temblores durante las primeras 24 horas de vida, en unos valores que se incrementan en relación con la concentración de nicotina en orina y pelo.

Asimismo, el trabajo también mostró que el síndrome de abstinencia en los bebés aparece en las primeras 24 o 48 horas de vida porque el parto interrumpe la exposición continuada a la nicotina. Lo mismo ocurre en los casos asociados a la lactancia. En estos niños, los síntomas de abstinencia pueden aparecer poco después de abandonar la lactancia y a veces se confunden con un cólico.

De la misma manera, los resultados también confirman las evidencias que, fruto de los estudios previamente recogidos en la literatura, ya demostraban la existencia de una relación entre el hábito tabáquico de la madre y el bajo peso del bebé al nacer, concretamente por insuficiencia placentaria. Un tabaquismo durante el embarazo que se asocia a una mayor frecuencia de partos prematuros, una mala inserción de la placenta, el embarazo ectópico, el desprendimiento placentario, la hemorragia vaginal, el aborto y a mayores riesgos de muerte súbita del bebé.

80% de los casos de muerte súbita

Por todo ello, como apunta el Dr. Julio Ancochea, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “es absolutamente imprescindible convencer a las mujeres embarazadas fumadoras de la necesidad de abandonar este hábito y de sensibilizar a todos los padres y las madres de que eviten al máximo someter a sus hijos a ambientes contaminados con humo de tabaco”.

No en vano, las consecuencias en la salud de los bebés y de los niños causadas por el tabaquismo pasivo son, en palabras del Dr. Ancochea, “si bien diversas, en todo caso gravísimas. El tabaquismo pasivo es el causante del 80% de los casos de muerte súbita del lactante. También puede producir asma bronquial y mayor riesgo de infecciones respiratorias, aparte de otras consecuencias sobre la salud neurológicas y cardíacas”.