De acuerdo con los resultados de un estudio llevado a cabo por científicos del Centro Fred Hutchinson para la Investigación del Cáncer en Seattle (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, el vino, tinto o blanco por igual, incrementa el riesgo de cáncer de mama.

En palabras de la Dra. Polly Newcomb, investigadora principal del estudio, “existen evidencias de estudios previos que muestran que el vino podría tener un efecto beneficioso sobre las cardiopatías y el cáncer de próstata. Sin embargo, las evidencias apuntan generalmente a que el consumo de alcohol incrementa el riesgo de aparición de cáncer de mama. Por tanto, nuestro objetivo era el de determinar cuándo el vino tinto puede tener un valor positivo”.

Sin embargo, y por lo que respecta al cáncer de mama, el equipo de investigadores no encontró ninguna diferencia entre el vino tinto o el blanco, concluyendo que “ninguno parece ofrecer ningún beneficio”.

Analizada una considerable población de mujeres de 20-69 años con (6.327) o sin (7.558) cáncer de mama, los autores hallaron que, en comparación con las abstemias, las mujeres que consumían 14 o más bebidas alcohólicas –con independencia de que fuera vino tinto o blanco, o incluso licores o cerveza– a la semana tenían un riesgo hasta un 24% mayor de desarrollar cáncer de mama.

Por tanto, como indica la Dra. Newcomb, “si una mujer bebe, debe hacerlo con moderación. No más de una bebida diaria. Y si elige vino tinto, debe hacerlo porque prefiere su sabor, no porque vaya a disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama”.