La Asamblea nacional francesa ha votado a favor de elevar de 16 a 18 años la edad para poder comprar alcohol y tabaco, al tiempo que ha autorizado por primera vez la publicidad del vino, la cerveza y otras bebidas alcohólicas en internet. Las medidas, incluidas en el capítulo de prevención y salud pública del proyecto de ley de salud presentado por la ministra Roselyne Bachelot, deberán ahora recibir el visto bueno del Senado.

Si el texto legislativo sale adelante, la venta de alcohol y la “oferta gratuita” a menores estará completamente prohibida en los bares y cualquier establecimiento o lugar público.

En lo que respecta al tabaco, los diputados han considerado que la prohibición a los menores de 16 se aplicaba mal y que a veces era difícil distinguir entre un joven de 15 años y medio y otro de 16, por lo que al situar la edad legal para comprar tabaco en los 18 años, se facilitará la labor de los expendedores.

Publicidad en internet

Por otro lado, los parlamentarios han llenado un vacío jurídico al autorizar por primera vez la publicidad del alcohol en internet, si bien han establecido algunas restricciones “principalmente dirigidas a la juventud”.

Los límites afectan igualmente a los servicios on-line de asociaciones, sociedades y federaciones deportivas o ligas profesionales. La enmienda aprobada en la Asamblea precisa también que la publicidad no se puede hacer mediante la “intrusión”, es decir con la ayuda del ‘spam’ o de ventanas que se abren de manera automática.

Las estaciones de servicio verán igualmente limitado su derecho de venta, aunque no se les prohíbe totalmente como hubiera querido el Gobierno. En concreto, a partir de ahora la prohibición que regía desde las 22:00 horas hasta las 06:00 de la madrugada se extenderá desde las 18:00 horas y hasta las 8:00 de la mañana.

Además, ya no se podrán encontrar cervezas frías en las gasolineras porque el texto prohíbe expresamente la venta de bebidas alcohólicas refrigeradas en los puntos de venta de carburante.

Las medidas acordadas ayer se añadirán a la enmienda aprobada el pasado jueves prohibiendo los llamados ‘open bar’, es decir las barras libres. No obstante, la ley mantiene la legalidad de las degustaciones en las ferias y eventos especializados para encontrar un equilibrio entre la salud pública y los intereses económicos del sector vitivinícola.