Fumar, beber alcohol en exceso, consumir más sal de la necesaria, ingerir poca cantidad de frutas y verduras y no practicar ejercicio físico son algunos de los factores que reducen años de vida. En Estados Unidos, una de cada cinco muertes prematuras ocurre como consecuencia del tabaco y la hipertensión, los responsables del mayor número de estos fallecimientos. Así lo confirma un estudio publicado en «PLoS Medicine», que analiza hasta qué punto influyen algunos hábitos relacionados con el estilo de vida en la mortalidad prematura.

Tal y como explica el principal autor de este trabajo, Majad Ezzati, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, «se podría reducir el número de muertes prematuras modificando algunos elementos del día a día e introduciendo políticas de salud, programas y regulaciones que reduzcan el tiempo de exposición a algunos factores de riesgo como el tabaco.

«Nuestros datos indican que el tabaco y la hipertensión son los mayores responsables de las muertes prematuras en EEUU, pero existen otros elementos que también causan numerosas muertes», señalan los investigadores. «Así como el sobrepeso o la obesidad acorta la vida, la mitad de los fumadores de las poblaciones del oeste morirán prematuramente de alguna enfermedad directamente relacionada con el tabaco», recuerdan.

El equipo investigador de este estudio ha elaborado una relación de 12 factores de riesgo y ha analizado su influencia en los fallecimientos acontecidos durante el año 2005 en el país estadounidense. El tabaco, el alcohol, el sedentarismo, la alta ingesta de sal, el bajo consumo de frutas y verduras, la hipertensión, el elevado nivel de azúcar en sangre, el colesterol alto, la ingesta excesiva de ácidos grasos, la deficiente de omega-3… «Todos estos elementos pueden ser controlados por el propio individuo, a través de programas de salud e intervenciones médicas», afirman los autores en su estudio.

Enfermedades cardiovasculares

A través de una fórmula matemática, los responsables de este trabajo han estimado el número de muertes atribuibles a cada uno de los factores seleccionados. Durante el año 2005 murieron 2,5 millones de personas en el país estadounidense. Cerca de medio millón fueron asociadas al consumo de tabaco y unas 400.000 a la hipertensión, los dos responsables del mayor número de muertes prematuras que se producen en Estados Unidos. «Ambos factores provocaron una de cada cinco muertes, mientras que el sobrepeso-obesidad y el sedentarismo fueron responsables de uno de cada 10 fallecimientos», explican los expertos.

Según los resultados de la investigación, la mayoría de las muertes se debieron a enfermedades cardiovasculares, seguidas de cáncer, afecciones respiratorias y diabetes. «Las patologías coronarias fueron consecuencia, en primer lugar, de la hipertensión (responsable del 45% de las muertes cardiovasculares), el sobrepeso-obesidad, el sedentarismo, el colesterol alto, el tabaco, el exceso de sal, ácidos grasos y el bajo consumo de omega-3».

Por su parte, el tabaco produjo el 33% de los fallecimientos por cáncer durante el año 2005, aunque también influyó en las patologías repiratorias y la diabetes, en las que también tuvieron un papel importante otros factores, como el alcohol, el azúcar en sangre, el sedentarismo, el sobrepeso y el bajo consumo de frutas y verduras.

Entre los factores relacionados con la dieta, la alta ingesta de sal tuvo un gran efecto, ya que ocasionó el 4% de las muertes. Respecto al consumo de alcohol en exceso, éste fue la causa de 90.000 muertes, producto de enfermedades cardiovasculares, accidentes de tráfico y violencia. Además, este factor se presentó de forma diferente en mujeres y en hombres. «El 70% de los fallecimientos atribuibles al alcohol ocurrieron en hombres».

Otra de las notables diferencias entre sexos consiste en que la hipertensión fue la mayor causa de mortalidad prematura en ellas (19%), mientras que fumar se posicionó como el primer factor de riesgo de muerte entre ellos, según los resultados de la investigación.

A diferencia de estudios previos, en los que se confirmaba que los factores de riesgo modificables son los responsables de un gran número de muertes precipitadas, Ezzati incluye nuevos hábitos relacionados con la dieta y factores metabólicos (colesterol, tensión arterial, obesidad…) y realiza comparaciones. «Nosotros estimamos el número de muertes atribuibles a distintos factores de riesgo relacionados con la dieta, el estilo de vida y los metabólicos para facilitar el desarrollo de programas dirigidos a mejorar la salud de los ciudadanos y reducir el número de muertes prevenibles», concluye el experto.