Una cosa son los mensajes y las llamadas de atención constantes sobre los peligros del tabaco y otra darse de bruces con un par de pulmones ennegrecidos por la nicotina. O con un cerebro en el que se ha formado un funesto círculo oscuro porque su propietario fue un activo consumidor de estupefacientes. Más claro, agua. «Hay personas que cuidan más su coche que su cuerpo», asevera el periodista Jesús Ferreiro, comisario de la exposición Érase una vez… la vida, que ayer abrió sus puertas en la Estación Marítima de Vigo.

«Esto es una clase de anatomía humana», explica el comisario frente al primero de los diez cuerpos completos, algunos laminados y seccionados, que se presentan a lo largo del recorrido, intercalados con un centenar de órganos humanos y de animales, a fin de que el espectador compare dimensiones y formas. Cuerpos que al tacto parecen de caucho y que enseñan lo que la piel esconde: un sofisticado circuito en el que se combinan huesos, arterias, órganos y músculos al servicio de la vida. La aventura cuenta con varios capítulos, narrados en una guía auditiva que guía el recorrido por las ocho salas en las que se enseña el funcionamiento del organismo.

La técnica que permite la conservación de los tejidos biológicos y de su aspecto original se denomina plastinación y se consigue mediante la inyección de silicona y otros compuestos químicos en las vísceras. Una de las más espectaculares, y también la más costosa, es la del mapa arterial de un cuerpo entero. El trabajo con estas figuras humanas se debe a investigadores de una universidad china. La Universidad de Murcia, institución que será depositaria de esta colección singular dentro de una década, aplicó este procedimiento en restos animales.

«Hasta ahora, sólo los médicos y estudiantes de medicina podían ver cómo es nuestro cuerpo por dentro y qué pasa en nuestro interior si no nos cuidamos. Ahora son los niños quienes abroncan a sus padres por sus malos hábitos alimenticios o el tabaco cuando salen de la exposición», resalta Ferreiro. Éste asegura que el 18% de sus visitantes afirman haber dejado de fumar tras la experiencia.

Esta historia de la existencia humana fue desarrollada por el equipo de Ferreiro a partir de un guión, el último de su carrera, escrito por Albert Barillé, creador de las inolvidables series de televisión homónimas acerca del cuerpo humano, la vida y el hombre. Los directores científico y médico, los doctores Rafael Latorre y Virginio García-Martínez, respectivamente, impartirán sendas conferencias en Vigo acerca de este hito en la didáctica del cuerpo humano. Serán antes de que se clausure la muestra, el próximo mes de septiembre.