• El adicto medio consume cocaína, tiene estudios y lleva más de seis años enganchado
  • La edad de inicio en las drogas se sitúa entre los 16 y los 25 años
  • La ONU detecta un aumento de la producción de drogas sintéticas en países en desarrollo

En una década se ha cuadruplicado el porcentaje de mujeres que tienen problemas con las drogas, según se desprende del último informe de la Unión Nacional de Ayuda al Drogodependiente (UNAD), realizado con datos de los toxicómanos que han participado en programas de rehabilitación. Así, hace 10 años, era un 11%, en el año 2008 alcanza el 44%.

El perfil medio del drogodependiente en España es el de un usuario de cocaína que acude al centro de rehabilitación después de al menos seis años consumiendo, según el documento de la UNAD, que ha analizado 35.000 fichas, elegidas entre las 157.000 personas que han participado en alguno de los 1.500 programas o proyectos de ayuda a consumidores de droga.

Casi la mitad de estas personas padece alguna enfermedad asociada a las drogas y la mayoría tiene algún tipo de estudios, pues sólo el 9% confiesa carecer de formación.

El presidente del organismo que agrupa a 254 asociaciones y ONG de toda España, Luciano Poyato, considera, por tanto, que «ya no se puede asociar consumo con falta de información» y confirma que «el uso de drogas está en cualquier estrato social, con lo que no se puede hablar de grupos de riesgo«.

Aunque el 20,9% de los encuestados consume principalmente cocaína, el estudio revela que la práctica totalidad de los drogodependientes que acudieron a los centros de rehabilitación era «policonsumidor», con un ligero incremento del uso de heroína (14,9%) y de la mezcla de esta última con cocaína (14,8%). Mientras, el 7,1% se declaraba consumidor de cannabis, el 2% de drogas de síntesis y el 18,4% era alcohólico.

Los datos del informe también han puesto de manifiesto que el 23% de los que acuden a programas de rehabilitación afirma que tiene trabajo y el 20% asegura estar estudiando.

La edad media de iniciación en las drogas está entre los 16 y los 25 años y, en cuanto a las vías de consumo y transmisión de enfermedades, sólo una décima parte (el 11,8%) utiliza la jeringuilla, por lo que la vía sexual se sitúa como principal vehículo de contagio.

Se estabiliza el consumo mundial

Por otro lado, este miércoles se ha hecho público el último informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra las drogas y el delito que muestra una cierta estabilización en el consumo. Según sus datos la producción y consumo de heroína, cocaína y cannabis tiende a descender en todo el mundo, mientras que el éxtasis y otras drogas de síntesis han comenzado a proliferar en los países en vías de desarrollo.

«Los mercados mundiales de cocaína, opiáceos y cannabis permanecen estables o en declive, pero se ha producido un aumento de la producción y el uso de drogas sintéticas en países en desarrollo», subraya este organismo con sede en Viena.

El consumo de cocaína ha disminuido en América del Norte y se ha estabilizado por primera vez en Europa Occidental, señalan los datos de la agencia de la ONU. España es uno de los mayores mercados de esta droga en Europa, pese a que su uso parece haberse estabilizado tras el abrumador crecimiento de consumidores de la última década.

La información no es tan clara con respecto al cannabis, el estupefaciente más consumido en el mundo. Mientras que su producción y uso se ha estabilizado, las concentraciones de THC, la sustancia activa de la droga, han aumentado. Así, en América del Norte, su presencia se ha duplicado en los últimos 10 años en los cultivos intensivos.

Más preocupante aún es la producción de drogas sintéticas, que ha adquirido un carácter industrial en la región del Mekong, en el suroeste asiático. En la zona, cantidades masivas de metaanfetamina, cristal y otras sustancias como la quetamina salen a diario de los laboratorios.

Aunque ha reconocido que el aumento del acoso contra el mercado de la droga «ha generado un mercado ilícito que recurre a la violencia y alimenta la corrupción», el presidente de la agencia, el italiano Antonio Maria Costa, advierte que «cualquier legalización de estas sustancias supondría un error histórico».

«Las drogas representan un peligro para la salud. Es por esto por lo que las drogas deben seguir prohibidas», ha subrayado, remarcando que hay que luchar en primer lugar contra los traficantes y no contra los consumidores.