Cada gramo de cocaína que se produce en los laboratorios clandestinos de la selva colombiana genera 626 kilos de basura y contamina 200 litros de agua, denunció el vicepresidente del gobierno de este país, Francisco Santos.

El aumento del consumo social de esta droga en países como Reino Unido o España, donde más creció la demanda, provoca, según Santos, un aumento de la destrucción de la superficie de ecosistemas de gran valor que se destinan al cultivo de la hoja de coca.

En una charla titulada “Responsabilidad compartida. Un centro de biodiversidad amenazado por la cocaína” ofrecida en la ciudad española de Barcelona, Santos dijo que es esencial concienciar a los consumidores de los países occidentales, sobre todo a los más jóvenes, del coste que este hábito “recreativo” tiene desde el punto de vista medioambiental.

Explicó que el proceso de transformación de coca en cocaína es “dramático”: la capa vegetal de la selva es delicadísima, y la fumigación de la hoja en el proceso provoca una total devastación porque se utilizan los productos químicos más tóxicos que existen, que no son biodegradables, que se evaporan y contaminan muchas zonas con efectos mo rtales para aves y otras especies.