El gobierno brasileño destinará 410 millones de reales (unos 215 millones de dólares) para implementar un plan de acciones contra el consumo de crack y otras drogas en tres frentes fundamentales: prevención, combate y tratamiento.

Las acciones están previstas en el Plan Integral para el Enfrentamiento al Crack y otras drogas, cuyo decreto constitutivo, firmado hoy por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, contempla el entrenamiento de profesionales de diferentes áreas.

Entre ellas, Lula mencionó la salud, la educación y la asistencia social a fin de que esos profesionales estén mejor preparados para atender a los dependientes y a las familias, al tiempo de alertar sobre los riesgos del uso de estupefacientes.

Asimismo, prosiguió, el plan establece también la realización de estudios profundos sobre las consecuencias del uso del crack y su impacto económico, además de hacer un croquis de las rutas del tráfico.

El gobierno brasileño busca reforzar la fiscalización en las fronteras, principalmente con Perú, Bolivia y Colombia, para evitar la entrada de drogas al país.

Al hablar en la décimo tercera Marcha de los Prefectos, el presidente brasileño anunció las acciones para combatir el consumo de esos estupefacientes y pidió el apoyo de los líderes territoriales, así como de la iglesia y de los sindicatos.

De acuerdo con fuentes oficiales, el Plan Integral es resultado de los aportes de los ministerios de Salud, Educación y Justicia, y del gabinete de Seguridad Institucional.