Investigadores del Brigham and Womens Hospital de Boston (Estados Unidos) aseguran que el tabaco favorece la aparición de diabetes tipo 2, tanto para los fumadores como para quienes les rodean, según los resultados de una investigación que se publica en Diabetes Care.

Después de un seguimiento a más de 100.000 mujeres durante 24 años, han observado que cuanto mayor es la exposición al tabaco, aunque sea de forma pasiva, más riesgo existe de desarrollar esta enfermedad, tal como ha explicado John Forman, uno de los autores del estudio.

La investigación comenzó en 1982, año en el que las participantes completaron un cuestionario para reflejar su grado de exposición al humo del tabaco. Durante los siguientes 24 años, cerca de una de cada 18 mujeres fueron diagnosticadas con diabetes tipo 2.

Forman y su equipo observaron que las mujeres que fumaban más de dos cajetillas de tabaco al día tenían las mayores probabilidades de desarrollar diabetes.

No obstante, los riesgos fueron realmente mayores para las exfumadoras y las mujeres afectadas por el tabaquismo pasivo, ya que en ambos grupos alrededor de 39 de cada 10.000 participantes desarrolló diabetes cada año.

Cuando se tuvieron en cuenta variables como el peso, la edad y los antecedentes familiares de diabetes, las exfumadoras presentaban un 12% más riesgo de diabetes que aquellas que estaban regularmente expuestas al tabaquismo pasivo.

Los riesgos potenciales de desarrollar diabetes por estar expuesto al tabaquismo de forma pasivo se desconocían, añade David Nathan, que dirige el Centro de Diabetes del Hospital General de Massachusetts y es profesor de la Escuela de Medicina de Harvard.

Por ello, y aunque todavía no han detectado el origen de esta relación, los resultados del estudio hacen más necesario la necesidad de evitar el tabaquismo pasivo.

Además, aunque el estudio se ha realizado en mujeres, sus autores están convencidos de que la vinculación entre tabaquismo pasivo y diabetes puede ser similar en hombres.

Diabetes Care 2011;doi:10.2337/dc10-2087