En una información que trae el diario el Universal (25/11/02/), suscrita por el reportero Juan Francisco Alonso, se señala que “Venezuela registra uno de los índices de homicidios más altos del mundo, con una tasa de 48 asesinatos por cada 100 mil habitantes según lo que han admitido autoridades nacionales, lo cual explica por qué ocho de cada diez ciudadanos temen que al salir de su casa no vuelvan nunca más. No obstante, el número de personas que están en las cárceles, esperando ser juzgadas o cumpliendo condena por un delito de sangre no ocupa el primer lugar.

La revelación figura en el Diagnóstico Sociodemográfico de la población penitenciaria 2010-2011, que elaboró el Consejo Superior Penitenciario, en documento que señala que “de las 44.672 causas que tenían los 39.694 presos que había en el país durante la elaboración del estudio, 14.142 (35,6%) eran por robos, mientras que 9.317 (23.4%) estaban relacionadas con hechos de narcotráfico y 9.038 (22,7%) con homicidios”

La información añade que “Estas cifras revelan, a juicio de la magistrada de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Rosa Mármol de León, «la distorsión» que existe en el sistema de justicia, pues «la droga no es el principal problema de seguridad pública del país, sino la violencia criminal».

Añade la magistrada que «Las salas Penal y Constitucional al mantener ese criterio, según el cual los delitos relacionados con las drogas son de lesa humanidad y por lo tanto los señalados por los mismos no son merecedores de los beneficios que establece la ley, lo que ha hecho es atiborrar las cárceles». Recordó, asimismo,que ella es una de las pocas que se ha opuesto a esta tesis, alegando que «el Estatuto de Roma no menciona al narcotráfico como uno de los crímenes graves contra los Derechos Humanos».

Mármol denunció que esta posición del TSJ inhibe a los jueces, pues «no se atreven tampoco a sentenciar a favor de los sospechosos de narcotráfico para que no los acusen de narcocomplacientes y los destituyan de sus cargos».

Dentro de la declaración de la jueza, incluye la denuncia de corrupción policial por la que ial. «Hay policías que siembran drogas a ciudadanos para luego extorsionarlos», aseveró.

(Nota: Lo anterior son extractos de la información hechos por TALENTO, Talleres de Lenguaje Total, bajo la responsabilidad de Silvio Orta C.).