Chantix (vareniclina), el primer medicamento desarrollado para luchar contra el tabaco, vuelve a estar bajo la sombra de la sospecha, según una nota publicada por el diario español ABC .

Un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) publicó un estudio en el que relacionan el tratamiento con un mayor riesgo de sufrir una depresión o desarrollar ideas suicidas.

La investigación, que se publica en la revista Plos One (www.plosone.org), muestra que existe más riesgo con este fármaco del laboratorio Pfizer, que con otros tratamientos para dejar de fumar, como el bupropion o los sustitutos de la nicotina.

En el estudio, que refleja el diario español, se aconseja no recurrir a él como primera línea de tratamiento contra el tabaquismo, flagelo que afecta a gran parte del mundo.

Más infartos. No es la primera vez que se duda de la vareniclina. O, al menos, que lo hace este mismo grupo de investigadores.

El verano pasado publicaron otro trabajo en el que relacionaban un mayor aumento de infartos entre los consumidores del fármaco.

Los investigadores estudiaron 3.249 casos de intento de suicidio de fumadores, que estaban dejando su adicción con ayuda farmacéutica desde 1998 a 2010.

Los resultados indicaron que el 90 por ciento de todos los casos habían recurrido a Chantix y que éste tenía ocho veces más posibilidades de causar una depresión que, por ejemplo, los sustitutos de la nicotina en forma de chicle o parche.

Este estudio contradice una reciente revisión de la FDA, la agencia del medicamento estadounidense, donde no se encontró ninguna diferencia entre los distintos medicamentos para dejar de fumar. 

Para abajo. “De hecho, el simple acto de dejar de fumar provoca cierto cuadro depresivo entre los fumadores”, señala Carlos Jiménez, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología. El experto asegura que estos trabajos no cambiarán su pauta de prescripción: “Otros estudios con muestras mucho más representativas garantizan su seguridad y eficacia”, recuerda. Con distintos tipos de medicamentos, los fumadores crónicos comenzaron a encontrar en los últimos años un punto de mejora.