En su memoria de actividades, la asociación alerta de este aumento del consumo de sedantes, hipnóticos y tranquilizantes como el «Tranquimazin» que están causando «furor» entre los jóvenes arousanos. Por ello, tras atender varios casos que sufren este tipo de adicciones, «Albatros» ha decidido demandar medidas «urgentes» de las autoridades para «intentar frenar» esta situación.

El presidente de «Albatros», Eduardo Rubianes, justificó la denuncia pública de esta situación por parte del colectivo que dirige por el hecho de que este tipo de sustancias «siempre están ahí, al alcance de cualquiera» y «sus efectos pueden ser devastadores porque dañan gravemente la salud al ser consumidas sin control».

Rubianes explicó que al colectivo se le plantearon en los últimos meses varios casos de jóvenes consumidores de este tipo de sustancias, en concreto, el consumo de tranquilizantes se detectó en un 39% de los casi 500 casos que atendió durante el pasado año.

Asimismo, hizo hincapié en el hecho de que, aunque son sustancias legales que pueden adquirirse por receta, «también se encontran en el mercado negro, porque proceden de algún robo o de recetas tanto falsificadas como robadas».

«Albatros» también advierte que se está registrando un policonsumo entre los drogadictos que «acuden a otras drogas como sustitutos, o para ampliar su menú». Un hecho que lleva a generar, posteriormente, unas consencuencias «inmediatas placenteras, pero las posteriores son más graves, por el alto grado de dependencia que se genera».

Menos heroína

El informe de este colectivo recoge también que se ha producido un aumento del consumo de los derivados del cannabis, tanto en forma de hoja seca triturada (marihuana) como la resina de la planta que «siguen su escalada en alza, de consumo imparable en todas las franjas de edad, entre los 12 y 42 años».

De este modo, se han detectado casos de menores que consumen este tipo de drogas pero mezcladas con alcohol de media graduación. La cocaína, en todas sus modalidades, sigue siendo el máximo atractivo entre los jóvenes consumidores, que la pueden adquirir en la zona a precios «entre los 40 y 50 euros el gramo».

Por contra, un tendencia a la inversa se está registrando con las anfetaminas y éxtasis, «que sufren un estancamiento», según Rubianes, quién también se referió a la «caída en picado del consumo de heroína por parte de los jóvenes».

Estos datos figuran en un informe que Albatros remitió a la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia, «por un lado para que conozca el trabajo del colectivo, y por otro para que tenga constancia de la preocupación que hay en Arousa sobre el consumo de drogas entre los más jóvenes», concluyó Rubianes.