Las máquinas tragaperras acelerarán ahora el tiempo de juego (de cinco a tres segundos) y darán más premios. El Gobierno catalán aprobó ayer un decreto para reformar el reglamento que regía esas máquinas recreativas desde 2005, cuando gobernaba el tripartito. El Ejecutivo aseguró ayer que con la modificación se pretende equiparar la normativa a la que existe en el resto de las comunidades autónomas y negó que tenga relación alguna con la posibilidad de contentar a los promotores de Eurovegas.

“No tiene nada que ver. Era una vieja reivindicación del sector”, dijo Francesc Homs, portavoz del Ejecutivo, que negó que la reforma pueda fomentar la ludopatía. Admitió que no es un experto en la materia, pero que la decisión de que no alimenta la adicción está avalada por los responsables de la Dirección General de Juego. El Gobierno permitió tiempo atrás ampliar los horarios de los locales de juego.

El decreto establece también que a partir de ahora se puedan instalar máquinas en locales de hostelería o de restauración, y no solo en los que tenían licencia exclusiva de bares o restaurantes. El Gobierno no permitirá que se ubiquen más unidades de las calculadas en Cataluña, según algunas fuentes en torno a 37.000. Sin embargo, muchas no están activas por falta de rentabilidad. Las empresas pagan por cada máquina en funcionamiento 3.000 euros en impuestos, al margen de las tasas por su rendimiento. La patronal confía en que el reglamento facilite el aumento de sus ingresos.

Críticas de la oposición

El exconsejero de Interior, el ecosocialista Joan Saura, impuso durante su mandato a las tragaperras unas cautelas para luchar contra la ludopatía en un trato similar al que se dispensa a la venta de tabaco. Por ejemplo, alertan del riesgo de adicción y la secuencia de partidas se paraliza cuando una persona lleva demasiado de tiempo jugando.

La duda está ahora en si esas cautelas se suprimirán o no en el decreto. El Consejo de Trabajo Económico y Social y psicólogos consideran que reducir la duración del juego puede aumentar la ludopatía. “Creo que da igual. Eso es una enfermedad y si la sufres da lo mismo si se acelera el ritmo de las partidas”, dijo un miembro de Jugadores Anónimos. Esquerra, Ciutadans y algunas fuentes del PSC criticaron la decisión del Gobierno y la vincularon a la posible instalación de Eurovegas, informa Elise Gazengel.