Estas sustancias, llamadas cannabinoides, son las que dan a la planta las propiedades medicinales y recreativas por la cual se consume en todo el mundo.

Los investigadores de la Universidad de Saskatchewan encontraron las vías químicas que utiliza la Cannabis sativa para crear estos compuestos.

Y esperan que el hallazgo, que aparece publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias) conduzca al desarrollo de nuevas variedades de la planta para producir fármacos o variantes libres de cannabinoides para uso industrial.

Aunque es principalmente conocida por sus propiedades psicoactivas, la planta de Cannabis sativa ha sido cultivada durante miles de años para obtener una variedad de productos.

Su cultivo, sin embargo, es ilegal en muchas partes del mundo.

En algunos países se cultiva una variedad de la planta para obtener su fibra, el cáñamo, para uso industrial.

Sus semillas contienen contienen una combinación de ácidos grados omega 3 y omega 6 y son una fuente rica de proteínas.

Y el aceite de cañamo que se obtiene de las semillas se utiliza tanto en la industria alimenticia como en la de cosméticos.

Pero quizás por lo que es más valorada en todo el mundo es por sus propiedades recreativas y medicinales.

Fábricas de fármacos

La Cannabis sativa puede contener unos 100 cannabonoides, de los cuales el tetrahidrocannabinol (THC) es el principal ingrediente psicoactivo.

Este compuesto es el responsable del sentirse «colocado» que buscan sus usarios recreativos.

Pero también se le utiliza para propósitos medicinales para aliviar el dolor, la náusea y estimular el apetitio.

Los cannabinoides se producen en las flores de la planta hembra en unas estructuras microscópicas como vellosidades, llamadas tricomas.

Y estos, dicen los investigadores, son las «fábricas farmacológicas» de la planta.

Para saber cómo lleva a cabo su proceso de producción de cannabinoides los científicos llevaron a cabo un análisis del genoma de células de tricomas para identificar a los genes involucrados en el proceso.

Tal como explican los investigadores las principales responsables de esta producción son dos enzimas que nunca antes se habían visto en las plantas.

«Lo que la cannabis hace es tomar un ácido graso muy raro con una cadena simple de seis carbonos y utilizarlo para construir la base de una sustancia químicamente compleja y farmacológicamente activa» dice el profesor Jon Page, quien dirigió el estudio.

Según el investigador ya lograron utilizar las nuevas enzimas en levadura, a la cual «engañaron» para que produjera ácido olivetólico, el cual es un compuesto metabólico intermedio en la síntesis bioquímica que conduce a los cannabinoides.

«Ahora que sabemos cuáles son las vías, podremos desarrollar nuevas formas de producir cannabinoides con levadura o con otros microorganismos, lo cual podría ser una alternativa valiosa para la producción de cannabinoides en la industria farmacéutica» aifirma el científico.