La directora de drogodependencias del Gobierno vasco, Celia Pareda, ha afirmado que en la nueva Ley de Adicciones que está elaborando el Ejecutivo se quiere endurecer el tema del consumo de alcohol en menores y ha asegurado que están debatiendo medidas como evitar la presencia de alcohol en fiestas con menores como el Ibilaldia o el Kilometroak.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi ha apuntado que el botellón no está en aumento, sino que esta disminuyendo y ha precisado que está cambiando la manera de beber.
Celia Pareda ha indicado que el alcohol que es de las sustancias que «más consecuencias sociales» acarrea, además de sobre la salud. Ha añadido que, además, tiene unas consecuencias en el entorno de «violencia, de agresividad, de accidentes».
Pareda ha destacado la importancia del consumo cero de alcohol y cannabis por parte de los menores, y ha señalado que la nueva Ley de Adicciones que se está elaborando se quiere endurecer el tema del consumo de alcohol entre menores con medidas «concretas que tengan impacto social».
En concreto, ha señalado que en las fiestas que se celebren en los espacios escolares o en aquellas como el Ibilaldia o el Kilometroak, donde también hay menores, no parece «muy razonable la presencia de alcohol». Pareda ha apuntado que es algo que están «llevando a debate».
Sustancias en declive
La directora de drogodependencias ha afirmado que hay sustancias que, «por suerte», están «totalmente en declive» como la heroína y ha añadido que en los programas de testing las principales sustancias que se han llevado a analizar son hachís, marihuana, éxtasis y speed, aunque «en menor proporción». También aparece, según ha precisado, «algo de cocaína, pero la heroína no ha aparecido».
En concreto, ha asegurado que la sociedad ha aprendido «qué supuso aquella epidemia de heroína y aquel consumo». Ha apuntado que se puede dar el caso que, entre la poblacion consumidora de cocaína, que es «mínima», al no tener poder adquisitivo por la coyuntura, consuma ahora heroína, pero sería un sector «muy minoritario de la población».
Por otra parte, ha indicado que la normalización del consumo del cannabis en Euskadi es «absolutamente preocupante» y hay que avanzar en el debate social.
