La sustancia estupefaciente más adulterada que circula entre los consumidores de drogas del País Vasco es la heroína. Apenas alcanza el 10% de pureza. Le sigue la anfetamina («speed») que en los últimos años ha caído hasta el 20%, mientras la cocaína muestra una concentración del principio activo del 48%. Estos son algunos de los datos recogidos en el último informe elaborado por Ai Laket, una asociación sin ánimo de lucro que busca reducir los riesgos del consumo de drogas y que realiza a pie de calle, ya sea en localidades en fiestas o en otros actos lúdicos, análisis sobre la composición de las drogas que se consumen en las calles del País Vasco.

Ai Laket examinó el año pasado 1.065 dosis en todos los programas preventivos que gestiona. Las muestras se recogieron en diferentes puntos de la comunidad autónoma, repartidos equitativamente según la población en los tres territorios. «Además, hemos estado puntualmente en Navarra y en el País Vasco francés, con el programa transfronterizo», señala Miren Ugarte, coordinadora de la asociación.

Este programa itinerante, denominado «Testing», lleva funcionando diez años. Desde sus inicios ha duplicado sus medios y actualmente llega a más localidades e incluso festivales, de ahí que el número de análisis haya aumentado. Además, desde 2009, está disponible el servicio del Punto Fijo, un recurso semanal gratuito para realizar análisis en Vitoria y que ha sido posible gracias a la labor voluntaria.

El programa «Testing» comienza todos los años su andadura en febrero con los carnavales en Tolosa y finaliza en octubre o noviembre, dependiendo de las fiestas organizadas en esas fechas. Este año se han previsto 45 intervenciones y el mes más concurrido ha sido junio, con 13. Localidades como Tolosa, Ortuella, Bergara, Beasain, Leioa, Arrasate, Irun, Zarautz, Aramaio, Zumarraga, Mungia, Ordizia, Getxo, Azpeitia, Gernika, Bermeo, Urretxu, y Basauri se encuentran dentro del programa del presente ejercicio.

La sustancia más analizada en 2011 fue la anfetamina con 303 muestras, seguida del hachís, con 253. Muy de cerca le siguió la marihuana con 252 análisis. El resto corresponden a muestras de cocaína (128), éxtasis (61), ketamina (27) y otras (41).

Potente estimulante

Para el estudio de las diferentes dosis, Ai Laket cuenta con un convenio en colaboración con SGiker (RMN), de la Universidad del País Vasco, que efectúa un análisis más exhaustivo, en el que se identifican todos los componentes de una muestra además de cuantificarlos. El número total de unidades enviadas a este servicio fue de 289.

Aunque la sustancia analizada que más grado de adulteración presenta es la heroína, cuya media ronda el 10% de pureza. Ai Laket ha detectado en los últimos años una disminución en la anfetamina («speed») hasta el extremo de que su media ha bajado hasta el 20%. «De todas las sustancias que analizamos en este informe la anfetamina es sin lugar a dudas la que menor pureza tiene y más adulterada se encuentra de todas, al igual que en años anteriores», afirma la coordinadora de la asociación.

La composición media de todas las muestras arroja una concentración del principio activo del 23%. El resto de componentes vienen, por un lado, del proceso de sintetización, como son las impurezas de reacción (metanol 1%) y, por otro, del interés que existe en obtener mayor rendimiento económico. Se trata de adulterantes, como la cafeína (61%), y diluyentes como los azúcares (4%) y los insolubles (8%). La concentración de estos añadidos resulta muy superior, casi tres veces, a la del principio activo deseado.

«Año tras año vemos cómo la pureza media de la anfetamina baja, parece que fuera a desaparecer por completo su presencia en las muestras vendidas y consumidas como tales», señala Miren Ugarte.

No obstante, la coordinadora señala que aún pueden encontrarse muestras de una pureza muy elevada, mayores al 95% -es lo que se ha detectado en seis casos- y otras cuyo contenido en anfetamina no supera el 5% (14 casos). «Esta situación, junto a la paulatina bajada de la concentración de anfetamina en las muestras vendidas como tales, y el aumento de adulterantes, provoca un estado de vulnerabilidad en las personas consumidoras de esta sustancia que merecen ser atendidas con información al respecto», explica Ugarte.

Este año, además, Ai Laket ha detectado un potente estimulante en el «speed». Se trata del PMA. Sus efectos varían en función de la dosis ingerida, del contexto del consumo y del estado de ánimo de la persona consumidora, así como de las expectativas y características personales.

Aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial, incrementa y entorpece la respiración, y eleva la temperatura corporal. Se pueden producir náuseas y vómitos al inicio de la experiencia. Desde la asociación se recuerda que la dosis «recreativa» de PMA se encuentra en torno a los 50-80 mg, aun así, en dosis bajas ya puede suponer un riesgo. «Ha habido diversas muertes asociadas a esta sustancia, en la mayoría de los casos debidos a que fue vendida como MDMA (éxtasis)», afirma Miren Ugarte.

Menor pureza en la coca

La cocaína ha registrado asimismo una bajada paulatina de la pureza, que en las muestras analizadas el pasado año se sitúan ya por debajo del 50%.

La composición media de todas las dosis examinadas muestra una concentración del principio activo del 48%. El resto de componentes provienen de la propia sustancia, es decir, las impurezas de origen natural (7%) y del interés en obtener mayor rendimiento económico. Estos son adulterantes añadidos (34%) y diluyentes (11%).

Las muestras examinadas oscilan entre una pureza del 0,00% y una del 94,42%. «Se trata de una gran variabilidad y un rango muy amplio de diferentes purezas. En años anteriores la mayoría de las muestras superaban el 60% de pureza», afirma Ugarte, que advierte, además, de la detección de un adulterante «que hasta ahora desconocíamos, el levamisol. Debido a su toxicidad sacamos un aviso con la intención de informar de su existencia».

El consumo de levamisol durante periodos prolongados puede provocar reacciones de hipersensibilidad como fiebre, síndrome gripal, dolor muscular y erupciones cutáneas, así como efectos sobre el sistema nervioso central, como cefalea, insomnio, vértigo; trastornos gástricos y agranulocitosis (bajada del número de glóbulos blancos en sangre. «Estos efectos se dan en consumos continuados, y si bien evaluar qué dosis puede generarlos es difícil, se estima que son entre 50-200 miligramos diarios, dependiendo de las características personales», explica Miren Ugarte.

Las menos adulteradas

El informe de Ai Laket sostiene asimismo que las muestras que menos adulteración presentan corresponden a las de MDMA, conocida como éxtasis, y la «ketamina».

La composición media de todas las muestras de éxtasis analizadas arrojó una concentración del principio activo de un 86%. El resto de componentes fueron, por un lado, diluyentes (11%) y otras sustancias que aparecen de forma minoritaria (3%).

El rango de pureza de las muestras de éxtasis está directamente relacionado con su formato de presentación. En los últimos años es frecuente encontrar en el mercado MDMA en pequeños cristales que se venden en unidades de gramo o medio gramo, sin encapsular o comprimir en pastillas. Es lo que las personas usuarias conocen como «cristal». «La impresión general es que el «cristal» tiene cada vez mayor presencia en el mercado recreativo y que su pureza es superior al de las pastillas de éxtasis, y así es: podemos afirmar que la pureza de las muestras de éxtasis en polvo es muy alta».

La concentración media de MDMA es la más alta registrada en los años de trabajo de Ai Laket. En 2010 se pasó por una época de escasez de muestras que diversas fuentes achacaron a problemas de abastecimiento de una sustancia precursora del mismo. «Por lo visto, esta situación se da por finalizada con los últimos resultados obtenidos», afirman desde Ai Laket.

Respecto a la ketamina, todas las muestras, excepciones a parte, superan el 98% de pureza.