A diferencia del esfuerzo y del tiempo que las tabaqueras llevan dedicando a lanzar mensajes y reclamos para captar a más clientes en todo el planeta, las políticas y campañas dirigidas a informar de los riesgos del tabaco sobre la salud carecen, en muchos países, de una presencia fuerte y eficaz que evite que miles de personas caigan en las redes del marketing empresarial, según datos de una encuesta internacional realizada en 16 países. Prueba de ello son las cifras de tabaquismo en los países de medianos y pequeños ingresos, las nuevas dianas de la industria después de que en muchos países desarrollados haya comenzado a descender el número de fumadores.

Casi seis millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el tabaco, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Aunque 1.100 millones de personas han estado expuestas a las más eficaces políticas de control del tabaco desde 2008, el 83% de la población mundial no recibe dos o más de estas campañas«, afirma Gary Giovino de la Facultad de Salud Pública y Laboral en la Universidad de Buffalo en Nueva York y principal autor de un estudio cuyos datos publica la revista «The Lancet».

Esa cifra viene tras analizar los datos de la Encuesta Global de Tabaco en Adultos (GATS, según sus siglas en inglés), desarrollada entre 2008 y 2010, realizada en 14 países de medianos y bajos ingresos (Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Mexico, Filipinas, Polonia, Rusia, Tailandia, Turquía, Ucrania, Uruguay y Vietnam), y compararlos con los de Estados Unidos y Reino Unido.

En cifras

La cifra de fumadores mayores de 15 años en esos 16 países asciende a 852 millones, de los que 301 millones de fumadores viven en China y 275, en la India. En términos generales se puede dibujar un retrato de esos fumadores: los principales enganchados al tabaco son hombres (41% vs 5% en mujeres), estando a la cabeza de ese consumo los rusos y en el último puesto de esos 16 países, los brasileños. En cuanto al tabaquismo en las mujeres, su tasa es baja, la menor está en Egipto (0,5%), pero es alta en Polonia (22%), Reino Unido (21%) y Estados Unidos (16%); sin embargo, las mujeres están empezando a fumar a una edad equivalente a la del hombre.

Quienes más se quitan de fumar son los ciudadanos del Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, pero en el resto de los países analizados la proporción de personas que ha abandonado el tabaco es muy pequeña.

Por otro lado, la mayoría de las personas (64%) prefiere los cigarrillos manufacturados, «diseñados para enmascarar la aspereza, ofrecer particulares sensaciones en el paladar, e incrementar la liberación de nicotina. Además, las compañías tabaqueras que fabrican estos cigarrillos utilizan numerosas estrategias de marketing en todo el mundo para aumentar y sostener su consumo», afirman los autores en el estudio.

Son India y Bangladesh los países con más personas que optan por el tabaco de mascar y el tabaco en pasta (snuff). Hay que destacar que «las tasas de cáncer oral en el sudeste asiático son las más altas del mundo«.

«En ausencia de acciones efectivas, alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo morirán prematuramente en el próximo siglo por culpa del tabaco», afirma Giovino, «y la mayoría de las muertes y los costes económicos y sanitarios que conllevarán, las sufrirán los países de medianos y bajos ingresos».

Jeffrey Koplan, de la Universidad de Emory (EEUU) y Judith Mackay de la Fundación Mundial del Pulmón en Hong Kong señalan en un editorial que acompaña al estudio que «estos datos son vitales para planificar programas, como el diseño de intervenciones y establecer los grupos de riesgo» y para evaluarlos tras su puesta en marcha.

Que se podría hacer mucho más en relación a la prevención del tabaquismo eso es algo que refleja este estudio y que destaca el editorial, «los países de bajos ingresos destinan sólo un dolar al control del tabaco por cada 9.100 dólares que reciben por los impuestos del tabaco. Sin embargo, se ha comprobado que las políticas de prevención generan grandes beneficios económicos y sanitarios en muchos países».

Y se puede conseguir, un ejemplo de ello es el que dan estos autores: «a través de múltiples campañas educativas, medios de comunicación y esfuerzos legislativos, la prevalencia del tabaquismo en Hong kong bajó un 50% de 1982 a 2008». Por este motivo, insisten que los esfuerzos deben ser múltiples, tanto de Gobiernos como de organizaciones sin ánimo de lucro, para poder llenar esos vacíos en la salud pública.