Los investigadores de la Universidad de California, han propuesto incluir la «hipersexualidad» en el Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatras.

No se trata de un deseo sexual exageradamente fuerte sino un fenómeno que definen como «fantasías sexuales recurrentes e intensas, impulsos sexuales y conducta sexual», que duran al menos seis meses y pueden causar problemas a nivel psicológico y social.

Las conductas de hipersexualidad no deben ser efecto del consumo de sustancias alucinógenas u otros trastornos. Las personas que padecen esto «son conscientes de las consecuencias nocivas de sus acciones pero de todas formas dan la prioridad a su deseo sexual incluso si amenaza con problemas profesionales o de pareja», señala uno de los autores del estudio.

Los científicos describen como ejemplo el caso de un paciente que fue despedido por no poder dejar de ver películas pornográficas masturbarse en la oficina. La siguiente etapa de la investigación es determinar si la adicción al sexo está acompañada de cambios en el cerebro, como pasa en los casos de tabaquismo, alcoholismo, drogodependencia o ludopatía.