Le apuesto lo que quiera a que este año el Cruz Azul no saldrá campeón en el futbol mexicano… Si usted, por un momento, pensó en apostar, podría estar en dos problemas por lo menos: el primero, nada grave, pues las estadísticas dicen que su equipo no será el mejor después de 15 años. Pero el segundo sí es una gran complicación: usted podría sufrir un grave trastorno llamado ludopatía.

Especialistas coincidieron en que la ludopatía es una forma de comportamiento caracterizada por la incapacidad de una persona para abstenerse, detenerse o evitar jugar.

“Esta incapacidad hace que haya una tensión y mucha excitación, que lo hace que no pueda dejar de jugar y que, al momento de jugar -sobre todo juegos de azar- tenga un alivio de la tensión que genera esa conducta”, comentó Carlos Caudillo Herrera, miembro del Instituto de Investigación Psicología Clínica y Social (IIPCS) y experto en ludopatía.

Para contrarrestar este mal, la Comisión Nacional contra las Adicciones elaboró un documento llamado Lineamientos para la Prevención y Atención del Juego Patológico, “en el que se hacen recomendaciones para el sector salud y otras instancias gubernamentales involucradas, con el fin de contribuir a reducir los índices de esta enfermedad”.

A pesar de que no hay estudios certeros sobre el número de ludópatas que hay en el país, el Centro de Atención de Ludopatía y Crecimiento Integral calcula que son 4 millones.

“Además, Nuevo León es uno de los estados que tiene mayor incidencia de ludópatas y que han registrado miles de casos en el último año”, añadió Caudillo Herrera.

Las pérdidas

Quienes juegan más de dos horas al día o dos ocasiones a la semana son considerados adictos al juego y sus pérdidas pueden ser, en verdad, importantes.

“Una persona puede llegar a perder entre 30,000 y 40,000 pesos por tarde o noche de juego. Las casas de apuesta abren a las 11 de la mañana y cierran, en el DF, a las 2:30 de la mañana, pero después de éste se van a uno ubicado en Mundo E, en el Estado de México, donde cierran a las 4 de la mañana”, reveló Caudillo Herrera.

Datos del IIPCS indican que en el país hay cerca de 700 casas de juego reconocidas, pero el número de casinos ilegales los supera fácilmente. Sin embargo, el problema tiene cura. “Habitualmente, el tratamiento que se tiene que hacer es a dos niveles. Uno, terapia conductual; y dos, grupos de autoayuda, como Alcohólicos Anónimos”, comentó Caudillo Herrera. Se tarda entre ocho y 10 meses, pero el resultado no es 100% seguro. Los ludópatas toda la vida serán ludópatas. Además, el costo es alto. En una institución pública, puede costar 6,000 pesos al mes; pero, en una clínica privada, puede ser de entre 130,000 y 140,000 pesos mensuales, según datos del IIPCS.

Los síntomas

El jugador patológico presenta los siguientes síntomas:

  1. Compulsión, que es la necesidad de seguir jugando.
  2. Cometen algunos delitos menores para conseguir dinero.
  3. Angustia para seguir jugando cuando se les acaban los recursos.
  4. Irritabilidad cuando les dicen: “Ya no juegues más”.
  5. Juegan para escaparse de los problemas o de los sentimientos profundos, como la tristeza.
  6. Apuestan mayores cantidades de dinero para recuperar lo perdido, ya que el jugador patológico siempre pierde.
  7. Mienten sobre la cantidad de tiempo que pasan jugando.
  8. Pierden el trabajo.
  9. Piden dinero prestado.
  10. Dejan a su familia.

Un buen jugador

Para no perder la noción de la realidad y jugar limpio, recuerde el viejo refrán: “el que juega por necesidad pierde por obligación”.

  • Juegue por entretenerse, no para hacer dinero.
  • Equilibre el juego con otras actividades placenteras.
  • Utilice sólo el dinero sobrante, no el destinado a gastos cotidianos.
  • Destine una cantidad fija para emplear en el juego y respétela.