Las familias de Menorca cada vez reaccionan con más rapidez ante las primeras sospechas de que uno de sus miembros es consumidor de alguna droga.

Lo afirma el coordinador de proyecto Hombre en la isla, José Cardona. «Ante los primeros síntomas de una adicción los padres acuden al centro para asesorarse porque están preocupadas por el inicio de sus hijos en el mundo de las drogas», explica el portavoz de la entidad. Según Cardona, esto supone una gran diferencia respecto a años anteriores en los que las familias acudían a pedir ayuda cuando la situación ya era más grave. «Se está normalizando todo este proceso lo cual es mucho mejor porque permite atacar el problema antes», explicó Cardona.

Las sustancias que más toman los jóvenes en la isla siguen siendo el tabaco y el alcohol. Casi un 33% ha probado alguna vez la primera y un 75,7% la segunda. «Se trata de números muy altos pero indican un fuerte retroceso respecto a años anteriores. Esto se debe a que, aunque quizás se vean más fenómenos como el botellón, las campañas de concienciación parece que surgen efecto», afirma Cardona.

En cambio el uso de sustancias prohibidas sigue aumentando. Se calcula que un 37% de jóvenes entre 14 y 18 años ha fumado cannabis, un 6,1% ha tomado éxtasis y un 7,4% ha esnifado cocaína. «Son los datos del Plan Nacional Sobre Drogas pero en Menorca tenemos unos porcentajes casi idénticos que en el resto de España».