Rusia intensifica su cruzada antitabaco con la implantación de una serie de medidas restrictivas sin precedentes que buscan acabar con una alarmante mortalidad en el país ocasionada por el tabaquismo.

Imágenes fuertes con pulmones ennegrecidos, extremidades amputadas, dientes corroídos y tumores oncológicos cubrirán obligatoriamente el dorso de todos los paquetes de tabaco a partir de ahora.

«Puedo confirmar los datos de la Organización Mundial de Salud: ésta es una eficaz medida de la lucha contra el consumo del tabaco, aprobada en muchos países», aseguró el jefe sanitario ruso, Guennadi Oníschenko.

Además de que las crudas imágenes incentivarán a dejar el «vicio» a los adictos al tabaco, «ayudarán a salvar a aquellos a los que la mafia del tabaco quisiera reclutar», aseveró.

Con todo, admitió que las nuevas cajetillas no aparecerán «justo tras la prohibición» dado que «el lobby del tabaco» ruso alegara, casi con toda certeza, que es necesario vender primero las anteriores.

«Este tipo de explicaciones las escucharemos en reiteradas ocasiones a la hora de preguntar por qué las nuevas cajas aún no aparecen en las redes comerciales», dijo.

Desde la semana pasada, las autoridades rusas prohibieron la producción de cajetillas sin dichas imágenes, que en total serán 12 y en las que se verán las estremecedoras consecuencias del consumo del tabaco.

Por si fuera poco, el Ministerio de Salud (MD) ruso anunció el viernes que «tomara en consideración» la recomendación de la Organización Mundial de Salud de multiplicar por siete los impuestos sobre el tabaco para el año 2020.

«No cabe duda que esos impuestos deben aumentarse. La única cuestión es la dinámica con la que debe ir ese crecimiento», aseguró el portavoz del MD, Oleg Salagái.

Una restrictiva ley antitabaco entró el pasado 1 de junio en vigor en Rusia, donde cerca de 400.000 personas mueren todos los años a consecuencia del tabaquismo.

La ley prohíbe fumar en el lugar de trabajo, transportes y sus paradas públicas, aeropuertos, estaciones, centros sanitarios y educativos, instituciones públicas, gasolineras, zonas infantiles, instalaciones deportivas, ascensores, centros culturales e incluso los rellanos de escalera en los edificios de viviendas.

Al mismo tiempo, la venta del tabaco sólo se permite en comercios y queda vetada en los quioscos y locales hosteleros a partir del año que viene.

Se prohíbe también toda publicidad del tabaco, inclusive en internet, y se limitan las posibilidades de patrocinio por parte de las tabacaleras.

La ley fija precios mínimos legales e incrementa las tasas que gravan el tabaco, una medida muy importante para un país donde una cajetilla de cigarrillos de primera marca estadounidense cuesta alrededor de un dólar.

Las nuevas iniciativas están en consonancia con el programa electoral de 2012 del presidente ruso, Vladímir Putin, quien abogó entonces por prohibir fumar en lugares públicos.

«Practicar ejercicio físico y deporte de manera regular, así como abandonar las malas costumbres debería convertirse en una norma para todos. Endureceremos castigos por vender alcohol y tabaco a menores de edad. Prohibiremos fumar y hacer la publicidad de cigarros y alcohol en lugares públicos», señaló el programa.

Según el último barómetro de la Organización Mundial de la Salud, más del 60 por ciento de los hombres y casi un 22 por ciento de las mujeres en Rusia son fumadores, lo que representa cerca del 40 por ciento de la población de este país.