La regulación del juego online en España, por Ley 13/2011, de 27 de mayo, ha intensificado el interés por que este se haga de forma responsable. Algo que ya venía implementando la finlandesa Paf, una de las compañías más activas en procurar buenas prácticas de juego y prevenir sus posibles efectos negativos.

La empresa tiene a disposición de sus usuarios diversas herramientas de ayuda. “Es el propio cliente el que necesita entender su problema“, comenta Albin Tiusanen, country manager de Paf en España. “Hay test para abrir los ojos un poquito. No podemos juzgarlos. Se trata de que el jugador busque ayuda y que lo entienda. En nuestro equipo asesor hay gente que sabe, son expertos en psicología de la ludopatía. Se trata de frenar esa actividad antes de que constituya un problema”, asegura.

La última iniciativa de Paf es un radar que detecta la adicción al juego de sus clientes. “La tecnología online nos permite medir prácticamente todo, podemos establecer un seguimiento al segundo. Tenemos un equipo de profesionales que mide todos los parámetros: tiempo, dinero, ingresos. Todo ello permite detectar si se juega demasiado”, explica Tiusanen.

Cuando saltan las alertas, como consecuencia de comportamientos anómalos, como demasiadas horas de juego o pérdidas excesivas de dinero, se avisa al cliente telefónicamente de que podría tener un problema. Si no atiende las sugerencias, se le hace una segunda y hasta una tercera llamadas. Tras esta última se bloquea su cuenta. “Se trata de una herramienta de uso exclusivo de Paf; no se da parte al regulador del juego”, puntualiza el directivo. “El objetivo es mantener una relación sana con el juego. Gente que considera el juego un entretenimiento y una diversión”, comenta. Todos los usuarios poseen un seguro automático por el cual Paf se compromete a pagar las 10 primeras sesiones con un psicólogo para erradicar su adicción en caso de detectarse esta.

Golpes de suerte

Pero la ayuda no se queda solo cuando se detectan hábitos lúdicos poco saludables. Además, aquellos jugadores que ganan elevadas cantidades (a partir de 50.000 euros) cuentan con un servicio de asesoramiento financiero a cargo de Paf, que congela sus cuentas de manera preventiva durante tres días, “para que reflexionen sobre qué quieren hacer con sus ganancias”, remarca Tiusanen.

Porque estos golpes de suerte no son algo infrecuente. De hecho, Paf ostenta dos récords Guinness relacionados con este azar. El bote más alto ganado en una tragaperras online: 17.861.813 euros, que se llevó un cliente finlandés jugando a Mega Fortune, y el bote más alto ganado en una tragaperras no progresiva: 8.636.042 euros, también por un cliente finlandés jugando a Arabian Nights.

Asimismo, la compañía de juego trabaja estrechamente con organizaciones dedicadas a la lucha contra la ludopatía, bien patrocinando estudios o colaborando directamente con diversos organismos.

Una empresa poco común

Propiedad del Gobierno autónomo de Aland, un archipiélago perteneciente a Finlandia situado en aguas del Báltico, Paf no es una empresa convencional. Se fundó en 1966 para generar dinero destinado a causas sociales, un objetivo que nunca ha cambiado. En 2012 obtuvo un beneficio neto de 27 millones de eu_ros, 20 de los cuales destinó a fines sociales. En España, la compañía colabora con las fundaciones del Atlético de Madrid y de la Liga de Fútbol Profesional, e internacionalmente con organizaciones como Save The Children y Cruz Roja.

La empresa empezó instalando casinos en los barcos que hacían sus rutas por el mar Báltico y, sin abandonar esta actividad, opera des_de 1997 en el juego online. Está presente en Finlandia, Suecia, Estonia y España.

A España, la compañía llegó atraída por la nueva regulación del juego, aunque Albin Tiusanen asegura que queda mucho por hacer en el ordenamiento español. “No existe regulación sobre tragaperras online y ni una regulación internacional del póquer. Hay pocas alternativas y esto es un problema”, se queja.