«La juventud de Ibiza, de entre 12 y 14 años, tiene un buen nivel de habilidades de protección frente a las drogas», afirmó ayer el coordinador del Plan Municipal de Drogas (PMD) del Ayuntamiento de Vila, Iván Castro, como conclusión del estudio realizado sobre competencias sociales y personales. En este se cifra en un 68,36% el total de chicos con competencias de protección frente a los estupefacientes, al tiempo que se ha puesto de manifiesto la necesidad de trabajar el control de las emociones y sentimientos, donde se ve que presentan más carencias.

El estudio se ha realizado entre los cursos escolares 2006/2007 y 2012/2013 sobre una muestra de 378 alumnos de 12 a 14 años de Vila -el 40% del total de chavales-, ya que es a los 14 cuando diferentes estudios señalan que se comienza el acceso a las primeras drogas, como alcohol, tabaco y cannabis.

El objetivo del estudio -que por la tarde se presentó a los directores, profesores y asociaciones de padres y madres de los cinco centros que participaron- era saber si los cuatro programas del Plan Municipal de Drogas, que trabajan hábitos saludables, habilidades sociales, control emocional y toma de decisión y solución de problemas, tenían o no una incidencia en la adquisición de competencias de los chavales a la hora de manejar influencias sociales y ambientales y hacer frente al consumo de drogas.

De manera general, se pone de manifiesto que quienes han participado en todos los programas tienen un mayor nivel de competencias, tanto sociales de tipo general como de protección y, específicamente, de protección sobre drogas.

En cuanto a las primeras, el 74% de los chavales que han seguido los programas han desarrollado habilidades sociales, frente al 70% de los que no habían participado. En estas se incluyen atender, comenzar una conversación, preguntar y dar las gracias, presentarse, saludar, pedir ayuda, seguir instrucciones, convencer a los otros, pedir permiso para participar, negociar, responder a amenazas, conocer y expresar sentimientos, exponer quejas, responder a la persuasión o al fracaso o manejar la presión de grupo, por ejemplo.

El estudio diferencia estas habilidades en varios grupos y evalúa a los chavales, siendo el dato anterior referente al conjunto de todas ellas. Además de evidenciar esa mayor capacidad entre quienes han seguido los programas, también se ha determinado que, por sexos, el nivel de adquisición de habilidades es mayor entre las chicas que entre los chicos, si bien no llega a tres puntos porcentuales, aunque en este caso no separa por seguimiento de los programas. «Esto está relacionado con que las chicas suelen madurar más rápido en estos años que los chicos», apuntó Castro.

En segundo lugar, las habilidades de protección hacen referencia a la relación con otras personas, con el entorno y pautas de actuación. En este caso, el estudio muestra que el 74,69% de quienes siguieron todos los programas cuentan con ellas, frente al 69,59% de los que no participaron. Por sexos, se comprueba que las chicas tienen más habilidades también de este tipo (69,86% frente a 72,74%).

En cuanto a las habilidades relacionadas con factores de riesgo de consumo de drogas, como el influir en los otros, conocer y expresar sentimientos, autocontrol, saber perder, afrontar el rechazo o la presión de grupo, el 71,43% de los chavales que han participado en el ciclo de programas tienen competencias, frente al 66,7% de quienes no lo han seguido. Igual que en los casos anteriores, las chicas tienen más competencias que los chicos (el 69,43% frente al 67,12%).

El estudio analiza estas últimas habilidades por centros educativos, si bien Castro prefirió no señalar en qué centros los estudiantes tienen más competencias (71,67%) y en cuáles menos (64,66%) y agregó que el objetivo de esto es poder detectar las necesidades de cada uno y atenderlas específicamente.

Un aspecto llamativo del estudio es que el nivel de competencias en los distintos puntos es ligeramente superior entre quienes no han participado en los programas que entre quienes han hecho solo uno o dos. Castro explicó que esto constata que los programas puntuales no tienen eficacia sobre las competencias adquiridas aunque sí en cuanto a la información de que se dispone. Agregó que quizás el hecho de que las habilidades sean menores que entre quienes no participan esté relacionado con que su capacidad crítica es mayor al tener más información.

El coordinador del PMD resaltó la necesidad de continuar el trabajo para ayudar a ese porcentaje de chavales que aún no disponen de habilidades. A este respecto, la edil de Juventud, Mar Sánchez, indicó en la rueda de prensa que el PMD se mantendrá como está tras los recortes de presupuesto y personal sufridos en los últimos años.